martes, 21 de agosto de 2012

El búho responde


―Dime, alado observador de la coyuntura, además de los eternos especuladores ¿hay alguien que se beneficie de la crisis?
―En efecto, querido mamífero: los zapateros remendones. Ya que no compráis zapatos nuevos, tenéis que reparar los viejos. Y los afiladores: pronto los oiréis silbar por las calles como en los viejos tiempos. Y las zurcidoras. Volverán los huevos de madera para zurcir calcetines. Y los que arreglan, estiran, encogen, reparan y dar la vuelta a los trajes viejos…
―¿Y los que reparan almas?
―También, colega, también.
 

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Así que los curas también se aprovechan de la crisis. ¿Y cuánto cobráis por alma reparada?

Tinta dijo...

Ojalá fuese tan sencillo...

10 euros =alma en gracia.

Incluso podría haber rebajas en temporada de rebajas.

5 euros= alma en gracia y gratis si traes un amigo.

No sé por qué la gente desconfía de lo que se entrega desinteresadamente.

Lo mismo si confesar tuviese un precio, la gente se daría tortas por hacerlo y presumirían de ello.

Qué necios llegamos a ser...

Alguien dijo...

jajajaja las que no se benefician son las basuras, que ya nada se mete.

Papathoma dijo...

No des ideas, anónimo de las 18.08!! Una vez escuché a un cura que, muerto de risa, nos contaba que a un amigo suyo un psicólogo le había cobrado 100€...por darle el mismo consejo que él le llevaba dando "gratis" desde hacía bastante tiempo. "Si lo sé, le cobro, a lo mejor así me habría hecho caso antes, jaja.57"

Altea dijo...

¡Jua, jua! Iba a decir lo mismo que el primer anónimo. Como no sea un beneficio de satisfacción...

Alguien dijo...

D Enrique, le he empezado a seguir el blog.
ya he comentao, asik no hay más que decir

Cordelia dijo...

Los hombres somos así de imbéciles. Si no cuesta dinero, no le damos valor. Tenemos los mejores médicos en la seguridad social, y los tratamos a patadas. El mismo, mismito, en la privada, la gente se da de tortas y paga un dineral. No es una suposición, es un hecho que he constatado más de una vez. Y este es el ejemplo que yo conozco, pero los habrá a patadas.
La idiotez humana tiene límites, pero están lejísimos...

Enrique Monasterio dijo...

Nunca me habían comparado con un médico de la seguridad social. Es un honor.
En todo caso, no creo que el anónimo que ha provocado esta charla sea imbécil. Para mí, que ha querido gastar una broma inocente y le ha salido chunga

Altea dijo...

A lo mejor los mejores médicos están en la seguridad social, Cordelia. Pero hay tantos que también los peores tienen sitio, por lo visto.