lunes, 20 de agosto de 2012

El violonchelo


Hemos sobrevivido, que no es poco, al día más caluroso del año en Ortigosa del Monte, y yo acabo de ver en la televisión la crónica del homenaje que ha tenido lugar esta mañana a las víctimas del accidente aéreo de Barajas de hace un año. Perdonad la ironía un poco estúpida: a pesar del calor, me he quedado helado.
Oraciones, ni una; ni cruces, ni el menor signo de fe o de esperanza en la dimensión trascendente del hombre. Sólo la consabida alusión a “donde estén” los muertos y el inevitable llanto del violonchelo.
¿Qué pasa con ese violonchelo? ¿Por qué está presente siempre en los responsos laicos que han inventado nuestras autoridades? ¿Eso es todo lo que se les ocurre? ¿Se trata sólo de “recordar” y mover al llanto con el gemido de una melodía?
Estoy del violonchelo hasta la boina. ¡Basta ya de cursilerías laicistas! Un estado aconfesional sabe respetar todas las creencias; no las anula ni las ignora. ¡Recemos todos juntos, amigos; está en juego nuestra dignidad humana! 
No seguiré escribiendo esta noche: bastante se me ha calentado ya la lengua por culpa de este viento africano.

9 comentarios:

MIC dijo...

D. Enrique, la gente se averguenza de rezar o expresar en público que creemos firmemente que Dios existe, que después de esta vida hay otra vida, que tenemos la esperanza puesta en el amor de Dios Nuestro Señor.
Por eso tanto violonchelo, que por otro lado me encanta, pero por supuesto no suple un buen responso.
Vergüenza. La gente siente vergüenza de reconocerse necesitado, criatura de Dios...
¿parientes de Adán?
Y haga el favor de dedicarme unas líneas, no sea así, que yo le escribo hasta post y todo y nada...como son los de Bilbao

Enrique Monasterio dijo...

Querido MIC, si supiera a quién pertenecen esas siglas te dedicaría un soneto, pero por más vueltas que le doy...
Además, no sé qué decirte si estamos de acuerdo siempre

MIC dijo...

Está bien D.Enrique, le doy pistas: Soy Luisa, MIC responde a mis ideas cotidianas y he estado en Molinoviejo en una convivencia de supernumerarias en los primeros días de agosto donde usted nos enseñó lo que es el roquero solitario

Vila dijo...

UY, eso de "el roquero solitario" amerita más detalle D.Henry.

¿A qué se refiere? ¿por qué no le dedica una entrada y nos enteramos todos?

Me despisté del tema original de la esta entrada, secundo todo lo dicho por MIC

Antuán dijo...

Si los que rezamos lo hicieramos más, he oido decir que todo puede convertirse en oracion si hacemos la intencion porque sino de que sirve? los que nos tratan dicen: no si yo pienso que algo tiene que haber despues. algo y nada es casi nada. de nosotros depende. Adiosle

Mercedes dijo...

Y si en vez de guardar un minuto de silencio, rezáramos un padrenuestro, ¡cuánto más aprovechado estaría el minuto!

yomisma dijo...

Bueno, supongo que el minuto de silencio no es para dejar la mente en blanco: el que reza que rece, y el que hace otra cosa que la haga. Lo bueno es que la libertad interior no nos la podrán enjaular nunca si nosotros no queremos.

Anónimo dijo...

Ah! pero estaba prohibido rezar en el acto??
No creo que haga falta una gran cruz, ni unos sacerdotes "de uniforme" para hablar con el Padre....
En el acto lo minimo (el dolor comun de todos), en la intimidad, cada uno lo que quiera, unos rezar a Dios, otros a Alá, otros nada....
No lo veo tan complicado!

Enrique Monasterio dijo...

Las lágrimas fueron públicas. Y la rabia, y los reproches. Y los abrazos, y los besos. Y a todos nos pareció bien.
¿Por qué no la oración? Va a resultar que, en este país de mirones, lo único que se escapa al Gran hermano es la fe.
No, no estaba prohibido rezar. Y lo importante de la oración es que sea personal, íntima, pero secreta no. ¿Hay algo más íntimo y personal que el embarazo? Cuando una mujer trata de ocultarlo es porque se avergüenza.
La fe se comparte, se transmite. Decimos “Padre nuestro”.
Hay quien tiene una fe tan profunda, tan íntima, tan personal que para encontrarla habría que hacer excavaciones.