Guijo de Granadilla. Al fondo, el embalse "Gabriel y Galán". El poeta es una de la glorias del pueblo
Fin de la jornada. Una visita al globo para moderar comentarios y otra al oratorio para hacer examen de conciencia y dar las buenas noches al Dueño de la casa.
Entre los comentarios, siempre hay un par de anónimos faltones. El primero de hoy, además de carecer de sentido del humor, pone unas faltas de ortografía la mar de gordas y graciosas, que le desacreditarían si reprodujese sus palabras. Otro, en cambio, da por supuesto que ser cura es un negocio redondo, porque nos quedamos con las limosnas de los que van a Misa.
Es cierto, amigo; me has descubierto: estamos forrados, pero no sé qué tiene que ver eso con la foto humorística de los guardias en bici, que es donde insertas tu comentario. Así que te “censuro” para que no corra la voz de que soy millonario y porque el globo es mío y me reservo el derecho de admisión.
Ya en el oratorio, me cuesta hacer examen. Hoy sólo pienso en dar gracias a Dios, no por el calor asfixiante que ha llegado de África en patera, sino, sobre todo, por mi amigo Emiliano, un cura extremeño al que no veía desde hace diez o doce años, que ha aparecido en Molinoviejo esta mañana. Emiliano, con muchos años encima y un buen cargamento de achaques en la mochila, es párroco de Guijo de Granadilla, en la provincia de Cáceres, y. durante el mes de agosto, viene a echar una mano en la Parroquia de San Rafael, en la Sierra de Madrid.
―¡Emiliano, sinvergüenza, qué haces aquí!
―Que me enterado de que estabas en Molinoviejo y ya ves…
Nos hemos dado un abrazo enorme en medio del jardín, como aquel día (¿recuerdas?) y ya dentro de la casa hemos charlado y charlado sin mirar el reloj.
Leí en cierta ocasión que si un viejo no se queja de nada y sonríe a todos siempre, o está loco o es santo. Emiliano, santo no es; al menos de momento. Loco…, lo justo para seguir trabajando en este oficio nuestro, con una alegría desbordante con pocos medios y sin ver el fruto.
―Están muy mal los jóvenes, Enrique. ¡Qué te voy a decir a ti!
―Pero tú no dejas de sonreír…
―No, eso no. La Iglesia es la Esposa de Cristo, y Él no la abandonará. No lo ha hecho nunca.
Y la sonrisa le ha llenado la cara en una carcajada.
¿Comprendéis por qué termino el día dando gracias a Dios?
8 comentarios:
Yo también acabo el día dando gracias a Dios por los curas "millonarios" como D. Emiliano y pido que haya muchos más, tan locos o más que él.
22Cada día rezo por todos los sacerdotes del mundo,me da mucho ejemplo su sacrificio y entrega por cada uno.En mi parroquia son de color negro,vienen de Africa y son muy santos.
Comprendemos.
A veces pedimos y pedimos y nos olvidamos mucho de dar gracias cuando nos dan lo que hemos pedido. Y muchísimas otras veces ni siquiera somos conscientes de todo lo que nos han dado, así que lo de dar gracias ni se nos pasa por la cabeza. Pero Él también nos regala su comprensión. ¡Bendito sea!
Me ha emocionado la entrada de hoy , es verdad que todo está dificil pero hace mucha falta que la gente y más los curas sonrian y más si son "ricos"- (esta muy dificil entrar hoy, no entiendo que número pone)
gracias D.Enrique estas entradas nos hacen pensar, espero q estos anonimos se decidan a conocer la verdad sobre los curas rezo x ellos y recurdos a la Virgen
Gracias por enseñarnos a dar gracias y mostrarnos que se puede sonreir siempre, me acuerdo de Don Jesus Urteaga - siempre alegres para hacer felices a los demas. Gracias por Pensar por libre.
Su amigo Emiliano tiene toda la razón y que no pierda la alegria que los jóvenes no están tan mal, el ultimo dia que pasamos en su cas mi hermana y yo quiso traerse a su novia y cenar juntos y hablamos de muchas cosa. por supues que si se casan será por la Iglesia. Adiosle
Desde Guijo de Granadilla recuerdos y un abrazo cordial para nuestro Párroco Don Emiliano, se lo merece, (que no trabaje mucho que para eso está de merecidas vacaciones). Angel
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