sábado, 25 de agosto de 2012

La última oportunidad



La llamada telefónica me dejó in tanto desconcertado.
―Perdone, don Enrique. Encontré su teléfono en el blog. Así que supongo que no le importa…
―No, por supuesto, dígame.
―Usted no me conoce. He comentado alguno de sus escritos en el blog, pero no he dado mi nombre. Casi nunca los ha publicado, quizá porque soy un poco violento, no sé…
Mi interlocutor acabó por identificarse y me pidió una entrevista.
―Quiero darle una última oportunidad a la Iglesia ―añadió―.
Hoy he bajado a Madrid y me he encontrado con él en su casa de la calle Ayala.
―Si quiere, puede decir en su globo que me llamo Luis, que tengo 62 años y que soy un divorciado múltiple.
No contaré toda su larga historia. Al menos, hoy no, a pesar de que Luis casi me ha rogado que la ponga por escrito.
―De esta forma podré leerla y a lo mejor empiezo a entenderme yo mismo.
He regresado tarde y muy cansado a Molinoviejo. Antes de acostarme leo las notas que he tomado en la agenda, de las que entresaco sólo un párrafo, de cuya literalidad respondo casi por completo.
―Créame, don Henry*; el divorcio crea hábito. Soy un adicto. A los veinte años me divorcié de la Iglesia. A los veintidós dejé a la única chica que me ha querido. A los veinticinco dejé el partido comunista. A los veintiséis me fui del psoe y luego me divorcié para siempre de la política. Me casé a los treinta y uno y me divorcié tres meses después. Luego fui reincidente; me volví a casar y me volví a divorciar. He sido masón durante diez años, pero también me divorcié de ellos; son unos palurdos. Mi hija se ha ido con su madre, o sea que se ha divorciado de mí. Dice que soy un fracasado, pero tengo dinero, una buena casa y una mujer, mi pareja actual, de la que espero no separarme. El domingo pasado decidí divorciarme de la vida y suicidarme, pero antes entré en su blog. Usted contaba que había llevado la comunión a un enfermo. Me emocionó tanto el relato que estuve llorando casi media hora. Para colmo, ayer nos hablaba en su globito de la memoria, de anotar los buenos recuerdos… Yo también los tengo, no crea.
Hemos comido juntos y hemos rezado, “para probar”, un misterio del Rosario. A media tarde, después de tomarse un gin-tonic, me ha confirmado lo que dijo por teléfono.
―Quiero dar una última oportunidad a la Iglesia.
Aquí nos quedamos, de momento.

* Me conmovió lo de "don Henry". Se ha puesto de moda llamarme así entre los globeros.

24 comentarios:

Cordelia dijo...

Bendito sea Dios

Beatrice dijo...

Conmovedor. Es impresionante que unas líneas escritas en un blog conmuevan a tantos para replantearse su vida, y quizás dar un paso adelante o dos atrás para tomar carrerilla y ser mejor.
Me hace gracia lo que Luis dice de dar una oportunidad a la Iglesia, seguro que ha querido decir: Por favor, que Dios me de una oportunidad más. Desde aquí a D.Luis: Dios no se divorcia de nosotros. Aunque pongamos tierra por medio, siempre encuentra la forma de acercarse de nuevo y darnos una y mil oportunidades.

Anónimo dijo...

Enhorabuena, Luis. Empiezas a darte otra oportunidad a ti mismo -no te pongas drástico, caray: no tiene por qué ser la última-.

A lo mejor pensabas que todos los globeros teníamos demasiado en común...pues bienvenido a la realidad: lo que muchos (no digo todos) tenemos en común son historias de retornos desde más o menos lejos, con fracasos, divorcios, lejanía de Dios o incluso intentos de suicidio.

Y otra cosa que tenemos en común es la suerte de habernos subido a este globo. Te has puesto en buenas manos, ahora solo falta que te dejes ayudar y en tu caso es fácil, porque te acabas de divorciar de la soberbia.

MARISOL dijo...

!¡Que fuerte!Me ha afectado mucho la lectura de esta historia,veo mucho sufrimiento.Me gustaria ayudar a Luis.

Vila dijo...

Por hechos como éste creo que cuando tenga esa conversación con Kloster, en otoño, sobre el futuro de su Globo el veredicto debería ser de supervivencia!!.

Por cierto, casi aseguraría que empezó a llamarle así Yomisma y luego seguimos algunas de "sus antiguas", a las cuales -por cierto también- nos llamó entre risas "descaradas"(hace tiempo ya).

Veo que ha tenido un buen día pues, aunque agotador.

yomisma dijo...

Don Henry... Sin palabras. Luis, bienvenido. No se si podré dormir hoy de alegría. Praise the Lord!

AleMamá dijo...

Me ha encantado. Rezo por Luis pues está más cerca del Reino de Dios de lo que él cree.

El hijo del capitán dijo...

Verdaderamente... qué grande es ser cura.

Lulú dijo...

Impresionante que el encuentro con Luis haya coincidido con el santoral de San Luis...
Opino lo mismo que Beatrice. saludos don Enrique y desde Chile me estaré acordando de Luis,

Jaime Sanz dijo...

Recomiendo la lectura de esta historia en mi blog para que la gente rece por este buen hombre...

Alguien dijo...

Sin palabras (como yomisma).
Mis rezos por Luis.

Alguien dijo...

Por cierto, que no lo dije antes, hasta yo en algún comentario le llamé D Henry, pero porque D Enrique se hace un poco largo... me hace gracia que él le llame así.

DAVID DIAZ CRIADO dijo...

La historia se repite a menudo.
Con la ayuda de Dios vamos de fracaso en fracaso hasta la victoria final...animo!!!

Vila dijo...

Hoy en la Misa me he acordado de esta entrada, y de Luis, y en definitiva de cada uno de nosotros.

Hay dos frases del evangelio de hoy que han revotado dentro de mí:

"...nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede".
y cuando Pedro dice:
"Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna".

Es cierto, la conversión es una gracia especial de Dios por la que le tenemos que dar gracias. Y de nuestra mano está el saber corresponder y seguir ese camino empezado.

También me ha calado una frase de la homilía de hoy en el que el sacerdote nos decía que "teníamos que dejarnos transformar por Jesucristo". Lo que usted siempre nos dice: déjate amar por Dios...

MIC dijo...

Creo que su cansancio bien ha merecido la pena; pensar que Dios se sirve de sus criaturas es impresionante¿verdad?

Voy a rezar por este divorciado, muy joven todavía a sus 62, y espero que en futuras ocasiones nos cuente novedades halagüeñas de él.

Seguidamente demuestro en su globo que no soy ningún robot...

Docente dijo...

Lo humano nos impregna tanto, que llegamos a prescindir de Dios, o a minimizar su amor, pero para eso estan los curas como dice un sacerdote amigo, nosotros, mendigos de Cristo somos la razón de la existencia de quienes consagran la vida a Dios. Yo creo que es la primera vez que lo comenta en su blog, pero creo estar segura que no es la primera, y bien vale conocerla para que nos demos cuenta del valor de ustedes que siempre están atentos y nos traen una caricia amorosa de Cristo. Como dice el cura amigo cuando le expreso agradecimiento por acercarme esa caricia: "espero hacer bien mi trabajo".Dios le guarde en su santa Paz.

Altea dijo...

Creo que esta es una de las mejores entradas de todo el blog. Mucho ánimo para Luis. Hágale saber que tiene todo nuestro apoyo.

Docente dijo...

Ahora que releo el artículo, ya no lo llamaría como figura el título, sino la "Primera Oportunidad" ,que no será la última, pues creo que es la primera oportunidad que le dá a Dios para que obre en él, las anteriores han sido respuestas oscuras al amor de Cristo, como dice el cura amigo el único pecado que no tiene perdón es desconocer el amor que Dios nos tiene en Cristo. Gracias

Antuán dijo...

Por supues. don Enry ¿acaso eso no le rejuvenece? es emocionante todo lo que nos cuenta y hasta donde puede llegar con esta tarea, no la deje porfa. Adiosle

pacita dijo...

UffffD:Enrique que fuerte!!!!que fuerte!!!!

ARdV dijo...

Gracias a Dios!! Que maravillosa historia!!
Hoy recibió la Confirmación mi segundo hijo, y en la homilía el Obispo contaba cómo siempre los confirmandos llevan un cartelito con su nombre para que quien administra el sacramento sepa su nombre, y que los padrinos no llevan cartelito porque no es necesario saber su nombre. Hacía unas semanas se acercó un hombre como de 50 y pico años, con cartelito, y le acompañaba un jovencito de unos 18 o 19 años SIN cartelito. El obispo pensó que a lo mejor se había confundido... les indicó que estaban parados "alrevez", pero el hombre mayor le dijo: no Sr Obispo, yo soy quien se confirma, mi hijo será mi padrino, por él me he convertido y hoy me ha traido a confirmar.
Jamás, jamás es tarde! Usted nos lo recuerda cada día!!

Mercedes dijo...

¡Animo, Luis! ¿No ha empezado ya a notar todas las oraciones? Pues no tardará. Dentro de un ratito, el Rosario, arma poderosa.

Anónimo dijo...

Yo también quiero llamarlo Don Enrique, para darle las gracias por tan bonito blog.
Enhorabuena!

la del coro dijo...

Hoy he leído el blog. Luis, sigue con el Rosario, la maravillosa oracion a Nuestra Señora. Sigue tirando de. La vida. D.Henry, siga ayudándonos a mirar al Cielo y dar gracias?