martes, 14 de agosto de 2012

Retiro



Una pausa en medio de una pausa. Eso es el retiro del mes de agosto en Molinoviejo. Una semana después del comienzo de estas jornadas de descanso y formación, con el cuerpo sosegado y saldado el déficit de horas de sueño que traíamos de Madrid, dedicamos unas cuantas horas a hablar con Dios, a escucharle en la oración “con el oído atento, la voluntad tensa, dispuesta a seguir sus divinas inspiraciones”, como dijo San Josemaría en sus bodas de oro sacerdotales.
He predicado tres meditaciones. Han hecho un rato de lectura espiritual y han recibido una charla en la sala de estar. El gran oratorio de la residencia no ha estado vacío ni un solo instante. El Señor se ha sentido bien acompañado.
Terminamos con la exposición del Santísimo y la Bendición.
Ya sé que, para la mayor parte de vosotros, esto no es ninguna novedad, pero me gusta recordar que, también en pleno agosto, es posible hacer un alto en el plácido camino de las vacaciones y descansar con Jesucristo, como él mismo lo hizo más de una vez asando pescado en la playa o repartiendo la merienda en el monte.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy no firmaré porque voy a poner cosas personales. (soy uno/a de los cuatro gatos asiduos que le siguen rondando todavía por el globo).

Este año he asistido a uno de esos retiros mensuales mas volver de la playa. No recuerdo si en mi vida he hecho alguno antes en agosto, en plenas vacaciones, pero ha sido una gozada, me he alegrado mucho de haber asistido.
Es lo que usted dice: hacer un parón con el Señor, ponerse en disposición de escucha y dejarse amar por El.
Paradójicamente volví de la playa con mucha crispación por cuestiones laborales y personales y tras ese parón con el Señor entendí, de nuevo, que lo mejor es dejarlo todo en sus manos, pues El sabe mas.

Globeros, si tenéis oportunidad no lo dejéis pasar, es una gozada.

Como siempre, gracias mil.

yomisma dijo...

Me parece que precisamente Benedicto XVI ha mencionado la conveniencia de aprovechar las vacaciones para conocer y acercarse mas a Dios. Vamos a ello.

Antuán dijo...

Eso de repartir la merienda en el monte esta bien si fuera chocolate negro en vez de pescado no me importa y el pan a veces sabe a rosquillas. pero en la foto que me parece buenísima ya se hizo un poco tarde se supone. Adiosle

Anónimo dijo...

Al anónimo le he pillao, ya sé quién eres!!!!!!!! Pero no te preocupes, q no lo digo.
Yo a veces, como no hago retiros, me "auto-retiro" del "mundanal ruido", me voy dando un paseo hasta la Iglesia, rezo, vuelvo, pensando en lo que he leído, sin pensar en otra cosa más que en Dios.
Eso lo hago casi siempre, verano, invierno, pero en verano, como no tengo más cosas q hacer, me quedo más.
Como esto es privado como el de anónimo, firmo con
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