martes, 2 de octubre de 2012

Pasarse

Entre todas las felicitaciones y parabienes que he recibido con motivo de la fiesta de hoy, se ha colado un curioso comentario anónimo en el post que escribí esta madrugada. Dice simplemente: Bueno, tampoco hay que pasarse.
Lo he leído, lo he aprobado y me he quedado perplejo. Y es que semejante afirmación no tiene réplica posible: en efecto, "pasarse" está muy feo. Pasarse un semáforo en ámbar me costó una multa hace años y pasarme de velocidad, otra. Pasarse de listo, o de tonto, tampoco es aconsejable. Ante todo, moderación, faltaría más.
Sin embargo tengo la sospecha de que mi anónimo comentarista no va por ahí. Hay personas que no se encuentran a gusto en un ambiente excesivamente alegre o positivo. Eso de que todo el mundo esté contento y las gentes se abracen sin darse cuchilladas por la espalda, les parece sospechoso.
Hoy en los centros del Opus Dei de todo el mundo hemos celebrado una gran fiesta. Yo he recibido mensajes desde Tokyo a San Francisco, barriendo todos los husos horarios del Planeta.  Ha sido como una ola de solidaridad y afecto sin mezcla de mal alguno.
¿Nos hemos pasado? Yo creo que no. Así que tranquilo, mi querido anónimo. Y consulta con tu farmacéutico.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con usted (soy anónima, pero no del que habla) y creo que, puesto que La Obra es algo "tan de Dios", nunca habrá un "pasarse", más bien es algo que nos "sobrepasa".
Igual el anónimo quería decirlo así y simplemente le salió al revés.

Fat dijo...

Pasarse??, pasarse de enamorado??, me parece que se habla de una uva pasa o pasa de uva.. jeje. Pues me encanta estar pasada, si fuera una definición adecuada al amor que siento por lo que quiero. La Obra no tiene límites, solo fronteras que cruzar :)

Vila dijo...

Cuando uno demuestra su alegría, su afecto, agradecimiento y cariño no creo que se pueda pasar, simplemente muestra lo que lleva dentro.

(PD: Y eso me recuerda que más de una vez usted me ha "acusado" de pasarme... jejeje)

javo dijo...

Hay gente para todo. Y sino que se lo digan a aquel que le cortó el rabo a su perro para que no hubiese el menor signo de alegría en su casa.

pacita dijo...

Pero D,Enrique por que no me hace caso de una vez? estos comentarios son como el humo de una hoguera que se queda el mal olor impregnado ,ya tenemos bastantes penas para poder celebrar las fiestas de familia como nos de la gana

Mercedes dijo...

Estoy con pacita, sobre todo en lo de celebrar las fiestas de familia como queramos. A ver si nos van a decir también hasta dónde tenemos que alegrarnos. ¡Amos anda!

Anónimo dijo...

Uf, menos mal que bo he puesto nombre, s lo hago vienen y me linchan.

Enrique Monasterio dijo...

Al contrario, anónimo. A mí me has dado ocasión de escribir unas líneas. Estoy seguro de que no te sientes retratado en ellas.

Anónimo dijo...

En absoluto; me siento honrado.

Papathoma dijo...

Yo no creo que haya sido por el exceso de alegría sino porque probablemente no le guste lo de ponerse de "gala" y sacar los mejores ornamentos para el Señor...¿me equivoco, anónimo? Quizás prefieras lo que D. Enrique llama feismo, no sé...pero nadie te va linchar, hombre: tú opinas, yo opino, ellos opinan... Aunque claro, venirles a aguar la fiesta en ese día tan especial, quizás no fuera lo más oportuno. Un abrazo. (Y ponte un nick, que ya no sabe uno con cuál de los anónimos está hablando!)
; )

Anónimo dijo...

No me atrevo....

Relicary dijo...

¿Qué linchar ni que leches? ¿Una gran fiesta? Para todos aquellos cuya vida haya cambiado para mejor conociendo a la Obra, es una gran fiesta. Personas que encontraron su vocación en la vida y que renunciaron a muchas cosas en pos de un ideal. Un ideal revolucionario.

No soy de la Obra, pero dos libros me marcan: "El Valor Divino de los Humano" y "Testigos de Esperanza".

En ambos se explica una cosa que los fieles no habíamos pillado en veinte siglos: aprovecha el presente, convierte todo lo que hagas en oración y hazlo bien, siguiendo los valores de Cristo. No hay que encerrarse en un monasterio para ser santo. Hay que ser persona, persona de bien y que piense generosamente en los demás.

Para mi, cristianamente hablando, un pensamiento sencillo pero revolucionario. Para mi, es fiesta.

Enrique Monasterio dijo...

Se acabó. La discusión es muy tonta.

Anónimo dijo...

pues eso ......vaya perdida de tiempo,¡ Fllicidades con retraso.