viernes, 19 de junio de 2009

Un año dedicado al sacerdocio


Comienza un año dedicado al sacerdocio en el 150 aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars, un sacerdote modesto que desde su confesonario en una pequeña aldea de Francia, llenó de luz al mundo entero.

San Juan María Vianney será proclamado patrono de los sacerdotes, y con este motivo el Santo Padre nos manda una carta. Os transcribo sólo unas líneas. Yo acabo leerla y doy gracias a Dios una vez más por mi vocación de cura y por tener un Papa tan grande.

El Cura de Ars era muy humilde, pero consciente de ser, como sacerdote, un inmenso don para su gente: "Un buen pastor, un pastor según el Corazón de Dios, es el tesoro más grande que el buen Dios puede conceder a una parroquia, y uno de los dones más preciosos de la misericordia divina". Hablaba del sacerdocio como si no fuera posible llegar a percibir toda la grandeza del don y de la tarea confiados a una criatura humana: "¡Oh, qué grande es el sacerdote! Si se diese cuenta, moriría... Dios le obedece: pronuncia dos palabras y Nuestro Señor baja del cielo al oír su voz y se encierra en una pequeña hostia...".

Explicando a sus fieles la importancia de los sacramentos decía: "Si desapareciese el sacramento del Orden, no tendríamos al Señor. ¿Quién lo ha puesto en el sagrario? El sacerdote. ¿Quién ha recibido vuestra alma apenas nacidos? El sacerdote. ¿Quién la nutre para que pueda terminar su peregrinación? El sacerdote. ¿Quién la preparará para comparecer ante Dios, lavándola por última vez en la sangre de Jesucristo? El sacerdote, siempre el sacerdote. Y si esta alma llegase a morir [a causa del pecado], ¿quién la resucitará y le dará el descanso y la paz? También el sacerdote... ¡Después de Dios, el sacerdote lo es todo!... Él mismo sólo lo entenderá en el cielo". (1)

Estas afirmaciones, nacidas del corazón sacerdotal del santo párroco, pueden parecer exageradas. Sin embargo, revelan la altísima consideración en que tenía el sacramento del sacerdocio. Parecía sobrecogido por un inmenso sentido de la responsabilidad: "Si comprendiéramos bien lo que representa un sacerdote sobre la tierra, moriríamos: no de pavor, sino de amor... Sin el sacerdote, la muerte y la pasión de Nuestro Señor no servirían de nada. El sacerdote continúa la obra de la redención sobre la tierra... ¿De qué nos serviría una casa llena de oro si no hubiera nadie que nos abriera la puerta? El sacerdote tiene la llave de los tesoros del cielo: él es quien abre la puerta; es el administrador del buen Dios; el administrador de sus bienes... Dejad una parroquia veinte años sin sacerdote y adorarán a las bestias... El sacerdote no es sacerdote para sí mismo, sino para vosotros".(2)

(1)."Le Sacerdoce, c'est l'amour du coeur de Jésus" (in Le curé d'Ars. Sa pensée - Son Coeur. Présentés par l'Abbé Bernard Nodet, éd. Xavier Mappus, Foi Vivante 1966, p. 98).

(2) Ibidem

8 comentarios:

Isa dijo...

¡Qué texto tan precioso! Ahora, aún más que antes, valoro a los sacerdotes...

Gerardo dijo...

Yo también!....a veces no somos del todo conscientes de lo que entraña, conlleva y significa el sacramento del orden!!!....sacerdote de Jesucrito para TODA la eternidad..que grandeza!.

cristina v dijo...

Gracias don Enrique, por enseñarnos la grandeza de sacerdocio.
Este año hay que rezar muchísimo por el Papa y todos los sacerdotes del mundo.
Está bien eso de << Adopta,con la oración, a u sacerdote>>

Benita Pérez-Pardo dijo...

Qué bien me cae el Sto. Cura de Ars (y el miedo que pasé leyendo su biografía...)
Ya se me están ocurriendo cosas para encomendarle.

GAZTELU dijo...

A mi me llena de alegria comenzar este año dedicado a los sacerdotes.
Mañana precisamente ordenan diacono en la Almudena a un seminarista de mi parroquia,se llama Alberto,es un crio,pero es tan humilde,su espiritu de servicio es infinito,tanto como su timidez,que a mi me enternece mirarle mientras purula por la iglesia y cuando lo veo le digo al Señor"que buen fichaje has hecho pero ayudale porque se le viene algo muy gordo encima".
Supongo que mañana sera uno de los dias mas importantes de su vida pero el dia de hoy sera duro.
Que solos estan nuestros sacerdotes,que poco los cuidamos y que poco rezamos por ellos.
Este es un buen año para hacerlo y a conciencia...Señor mandanos nuevas vocaciones que la mies es mucha y los obreros pocos.
GRACIAS

Anónimo dijo...

Es Cristo que pasa.

Verónica dijo...

Maravilloso texto. Gracias. Cuente con nuestras oraciones, D. Enrique. ¿Qué puede hacer una madre para que Dios le regale la vocación de un hijo sacerdote? La pregunta puede parecer de Pero Grullo, pero, por favor, ensaye una respuesta.

Rosa dijo...

Bueno Padre, con este texto tan precioso que nos ha puesto, no me va a quedar más remedio que comprarme el libro del Sto.Cura de Arts porque si todo el libro es así será una maravilla. ¿cual es el título en castellano? porque yo de francés nada de nada.