Beppe Bigazzi, el cocinero estrella de la televisión italiana, el Arguiñano de aquellas tierras, ha sido expulsado de la Rai por cocinar en su programa gatto in umido, o sea “gato a la cazuela”.
Bigazzi afirmó ante las cámaras que la carne de gato es deliciosa, que él la ha comido en muchas ocasiones y que se trata de un plato tradicional de un pueblo de la Toscana; pero los escandalizados telespectadores bloquearon la centralita telefónica de la emisora con sus protestas. Hay que tener en cuenta que en Italia, y singularmente en Roma, tienen especial veneración por los gatos.
Ni que decir tiene que las distintas organizaciones defensoras de los “derechos” de los animales también pusieron el grito en el cielo y no pararon hasta conseguir la definitiva expulsión del irreverente cocinero.
La noticia es, al menos, sugerente. Yo, desde lo alto de este globo me atrevo a expresar mis dudas con las siguientes preguntas:
¿Es moralmente lícito comerse a la propia mascota?
Los supuestos derechos de los animales ¿son de todos los animales o sólo a algunos? ¿Y con qué criterio distinguimos a unos de otros?
Me contó hace muchos años Mario, un mendigo valenciano, que pedía limosna junto al Mestalla, que su perrita había dado a luz unas crías preciosas. Como nadie las quería, se las comió con arroz. ¿Será un delincuente el bueno de Mario?
Y mi amigo Kloster, que tiene como mascota a Jésica, una centolla gallega de kilo y medio, con la que pasea por el parque todas las tardes y acaricia al atardecer con gran ternura, me cuenta que Jésica se está poniendo gorda y esplendorosa. ¿Podría echarla a la cazuela sin más ceremonias o debería entregarla en adopción?
A ver si un día de éstos afrontamos el tema. Hoy me gustaría conocer vuestra opinión.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
miércoles, 24 de febrero de 2010
Gato a la cazuela
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17 comentarios:
Mi padre me ha contado alguna vez de vuestro perro, un pastor, que algun criado entrenó para cazarle gatos. Los cerdos son muy majos y tambien son deliciosos.
Muy buenas consideraciones. En otros países comen animales que aquí tenemos por mascotas, o insectos o gusanos.
Mi hija de 10 años me preguntaba que cómo era posible que en otros países hubiera gente que se comiera los gusanos "con lo asquerosos que son", a lo que yo le contesté "pues anda, que el hambre que tendría el primero que se comió una gamba..."
Pues, aunque sea para discrepar creo que, gatos, perros, caballos y otros animales que pueden de algún modo comunicarse con el hombre, y hasta intercambiar afecto, (ya sé que no es claro que los animales puedan sentirlo), deberían ser objeto de un status especial, al menos en consideración. Hay mucha diferencia, incluso biológica, entre un gato y una almeja.
Por no decir de las vacas, pollitos, caballos, pecesitos que comemos. En mi opinión no se debería comer ningúno, ni los guapos ni los fellíos.
No me escandaliza par anada. No creo haber comido gato, pero sé que hay quienes disfrutan su carne, y también la de perro.
No veo el mal siempre que la matanza se haga, al igual que las vacas o cualquier otro animal que no sea mascota clásica, con el menor sufrimiento posible.
También habrá que cuidar el asunto sanitario: que no tengan parásitos, etc
El hombre está en el vértice de la cadena alimenticia...y el administrador de esta Tierra.
Cuando vemos un documental donde el león se come al cervatillo, y tu hijo pequeño te pregunta: ¿es malo el león?
NOOOO! caza para alimentar a su familia...
Pues eso.
EM? ¡Así que eres tú! Espero que sigas conectado a mi globo. Puedo nombrarte corresponsal en New York
Pues digo yo que, el que no guste, que no lo coma...
En fin, si se tratara de canibalismo...
Y habiendo hambre...
Que lo que me parece mal es dejar a un hombre en paro por compartir una receta, ¡Con las cosas que se ven en televisión!
En la variedad esta el gusto.
Yo nunca comeria gato, ni gusanos ,ni esos animales , me daria asco , pero me encantan los percebes gallegos (y bonitos no son).
¿Qué criterios habría que seguir, para proteger a unos animales si y a otros no?
¿Alguien a presenciado alguna vez una matanza de cerdo en Castilla?
Las buenisimas morcillas de Burgos se hacen con la sangre del cerdo, suena asqueroso , pero estan muy buenas. No se pues...
A mí siempre me han dicho que hay que comer de todo. No creo que eso incluya la propia mascota, sería casi como comerse a un miembro de la familia. Pero puede ser una buena solución para hacer frente a las plagas de perros y gatos callejeros, palomas y gaviotas, ratas, gorriones...
También existe una especie de golondrina cuyos nidos construidos con saliva son comestibles y muy apreciados.
Pues nosotros de pequeños adoptamos un corderín cuya madre había muerto, le alimentábamos, jugábamos con él, hasta que un día hubo cordero para comer.
Yo pregunté en la mesa ¿y este cordeo?, me mandaron callar inmediatamente. No lo volvimos a ver.
Una vez compre un pollo envasado en el super pero no me di cuenta q tenía cabeza y patas...lo metí en el frigo sosteniendo la cabeza con un palo y le colgué un cartel q decía: me llamo Nicolás...q risa cuando los niños habrían la nevera...!
Una mascota puede servir a su dueño para hacerle compañía, pero también para ser alimento. La idea es que las mascotas sirven al hombre, y no al revés.
Si no hay otro remedio, sí creo moralmente lícito comerse a la propia mascota.
Veo que ha entrecomillado la palabra "derechos" cuando la aplica a los animales. Efectivamente, los animales no pueden tener derechos porque no pueden tener deberes.
En cambio sí creo que es nuestro deber cuidar a nuestras mascotas, y al mismo tiempo es nuestro derecho comerlas si lo necesitamos.
En aquel avión que cayó en los Andes, se comieron a los mismos compañeros para sobrevivir...
En Corea se comen a los perros...
Hay restaurantes, que ofrecen todo tipo de platillos exéntricos de animales..
Hasta que punto la locura ..mesclada con el hambre....es capáz de hacer!!
En lo personal..soy feliz comiendo frijoles de la olla, tortillitas calientes de maiz prieto, añadiéndole aguacate, sus aceites dejan hermosa la piel, salsa de jitomates rojos picante, queso de oaxaca ...mmmmm...que ríco..y de postre fresas con crema !!!
MI apoyo a Lourdes, ESTOY COMPLETAMENTE DEACUERDO
Merchy
Yo creo que en cuanto establecemos una relación afectiva con un animal, es imposible hacerle daño. Con el acto de darle amor, cariño, lo estamos humanizando, y entonces comérnoslo sería como comernos a un semejante.
Un saludo.
Será cuestión de preferencias, yo, coincidiendo con Pérez Reverte en que no mataría por un hombre, pero sí por un perro, soportaría mejor comerme y muy a gusto a cualquier cabroncete de esos que nos regla la sociedad, con su traje de chaqueta y todo eh? antes que a un perro.
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