Por supuesto que este vídeo hiere "la sensibilidad", pero tal como está el patio, conviene herir algunas sensibilidades embotadas y sacudir las conciencias con el simple y contundente testimonio de la verdad.
Hay distintas formas de descalificarlo. Por ejemplo, se puede decir:
-El vídeo es de Intereconomía y a mí esa cadena no me mola nada; son ultraconservadores, ultracatólicos y ultramolestos; o sea, super ultras, para que te enteres.
Este tipo de argumentos tranquilizan mucho la conciencia y uno puede mirar para otro lado poniendo cara de progre. Es conveniente repetir mucho la palabra "ultra", que molesta una barbaridad porque es confusa y sin contenido. Pero también hay otros modos de salirse por la tangente. Algo parecido a esto acaban de decir por la radio:
-Siempre estáis con lo mismo. Mira que sois pesaditos. Estas imágenes son puro terrorismo mediático.
Lo de "terrorismo meditático" es un gran hallazgo. Nada como una buena frase sonora y vacía para triunfar en sociedad.
¿Entonces, qué hago? ¿Lo veo o no lo veo?
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
viernes, 26 de febrero de 2010
¿Lo veo o no lo veo?
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10 comentarios:
Don Enrique, he llorado amargamente al ver el video. ¡Qué nos está pasando! ¡¿Es más importante el dinero que una vida humana?! esto se tiene que parar, no sé cómo, pero se tiene que parar; es una locura. ¡Tanta masacre! y luego nos echamos las manos a la cabeza con lo acometido por Hitler; maldito cinismo.
Estoy triste.
Está usted poco acostumbrado a esos apelativos, D. Enrique.
Lo malo es que los mismos católicos nos lo creemos: "Fulanito es demasiado coherente", "Menganito mete la fé en todo, ¿dónde va con ese confesionalismo rancio?", y suma. Y sigue.
Gracias, D. Enrique, por el vídeo: es un poco difícil mantenerlo en youtube por la censura y no sabía cómo ponerlo.
Lo malo no es que lo ponga Intereconomía. Lo malo es que nadie más lo pone y la televisión que vemos la mayoría ignora el tema. ¿Qué se puede hacer para difundir la verdad en los canales mayoritarios? ¿Cómo acceder a las "buenas personas normales" que, de buena fé, apoyan el aborto "para ayudar a tantas mujeres que están en una situación dificil"?.
Es ese tipo de personas con las que yo me encuentro cada día: "católicas no practicantes", trabajadores sin tiempo de ocio, que sólo ven un poco las cadenas de tv "de toda la vida" y siguen como pueden eso de "vive y deja vivir" sin percatarse de su propia contradicción.
¿Herir sensibilidades?, a lo mejor es muy natural......(según algunos ¿estaran ciegos?, pero si que es bueno mirar no a otro lado sino de frente, se encoge el corazón y en el aire queda esta pregunta ¿Cómo lo puede realizar otro ser humano como yo y encima decir que no es un crimen? Creo que si tuviera más difusión, muchos de los llamados progres cambiarían de opinión. Que míseros somos……
Como la Madre Teresa, sólo me sale decir: dadmelos amí. Los que no querais, dadmelos que yo sí los quiero.
Hay que verlo enseguida porque lo quitan seguro.
Ya no pueden quitarlo, María. Como ves, no está conectado con YouTube. Aquí se queda para siempre, y dentro de unos días lo pondré en la columna de la izquierda.
Ay que bien! ¿yo lo puedo poner también?
No tengo más que una entrada y no pensé poner ninguna más, pero este video, aunque sea tan desagradable, me parece muy necesario.
Me gustaría ponerlo, no porque lo vaya a ver nadie, sino como testimonio personal.
Muchas gracias.
Yo me imagino que en el cielo, Dios no estará triste,pero defraudado un poco.¡¡¡Como le agradecemos que muera por nosotros!!!Soy una niña y lo que voy a decir es producto de mi imaginación:
Siempre me he imaginado a Dios en el cielo hablando con su hijo y comentándole mientras ven subir a los fetos:
-Un pintor perdido, un jardinero que decoraría el palacio Real, ¡Menudo profesorazo han perdido!
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