Hoy me he sumergido en los bajos fondos de un armario y encontrado siete carpetas de los años 70 y 80 llenas de guiones que yo mismo elaboré. Hay clases de Teología Dogmática, de Exégesis bíblica y de Moral; conferencias del Club Zayas; meditaciones, homilías, tres Novenas de la Inmaculada… Hay recortes de prensa, fichas, referencias bibliográficas… ¡Qué barbaridad! ¡Cuánto trabajaba yo en aquella época! Todo estaba muy ordenado y con tanto detalle como corresponde a un cura jovencito muy poco seguro de sí mismo y un tanto tímido para hablar en público.
Por un momento he sentido la tentación de volver a guardarlo todo, pero enseguida me he dicho que no. No quiero tener reliquias de mí mismo, he pensado. Vivamos al día, sin más equipaje que el imprescindible. Y he buscado una bolsa de basura y una trituradora de papel.
A medida que los folios caían en la trituradora me iba sintiendo más ligero, más libre de ataduras. Al terminar, quién sabe por qué, me ha venido a la memoria aquel día gozoso y doloroso en que deseché las diez corbatas de pajarita que me gustaban tanto y vinieron los buitres a llevárselas, mientras me enfundaba por primera vez una sotana.
9 comentarios:
Alguna de esas meditaciones la escucharía yo en el Roca...¿1981, 1982...?
Mire que cuesta a veces el deshacerse de las cosas materiales...¡cómo si de ellas dependiera nuestar vida! y lo que hacen es atarnos más a esta tierra y no dejarnos volar bien alto hacia el Cielo.
Tomaré su ejemplo cuando me entren ganas de guardarlas en el cajón en vez de triturarlas...
¡Gracias!
Jjeejje, que bueno. Gracias
Los buitres tan contentos con su regalo y nosotros tan agradecidos de que cambiara modelo de pajarita por alzacuellos. GBY
Ha hecho bien tirarlo por la foto le veo un poco desordenado.
Saluditos
Intento imaginarmelo con pajarita.... Y me acuerdo de Lucas que me comentó el otro día acerca de su profesora de gimnasia: "No sabía que Mrs. Sweeny tenía vestidos!"
¿Viajar ligero implicaría también dejar atrás una memoria USB llena de sus escritos?
La era digital ha conseguido comprimir muchos de nuestros recuerdos hasta la escala microscópica. Nuestros escritos, nuestras fotos, nuestra música.
Supongo que uno ha de estar espiritualmente preparado para, llegado el momento, perder el disco duro entero.
Me resulta casi igual de difícil creer que Usted se ha sentido alguna vez inseguro hablando en público como fácil imaginarlo jovencico y con pajarita.
Enhorabuena por el lastre arrojado. Volará más ligero.
Por cierto, ponga Usted palabras con su amigo Kloster que le tengo pedida una gestión y ni me la hace ni me contesta al correo. Mire a ver si...
Llevo desde este día pensando en decirle que a mí me da pena. Sin lastre se vive mejor pero, ¿y los que le sigan?
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