domingo, 6 de junio de 2010

El rencor

El Metro
Nos encontramos en plena Gran Vía de Bilbao después de tantos años que prefiero no calcularlos. Él me reconoció nada más verme. Yo fui reconstruyendo su rostro a duras penas. Aquel chaval entusiasta y cordial se había convertido en otra cosa, Estaba viejo, con la piel rojiza y maltratada. Tenía un par de cortes en la mejilla y olía mal, a suciedad y a alcohol. Eran las 11 de la mañana.

—Estoy bien —me dijo—. Ya no trabajo; me he divorciado, y tengo lo suficiente para tomarme unos potes, comer y aguantar hasta que me pudra.

Luego salió el rencor… No soy capaz de recordar ahora la lista de agravios que me enumeró. Nadie se salvaba de sus reproches: su mujer, sus hijos, sus antiguos amigos… No le creí nada, porque el rencor es una enfermedad que todo lo distorsiona.

Nos cambiamos tarjetas. Dijo que me escribiría, y probablemente lo hará, porque está muy solo.

De regreso a casa, en el Metro, me puse a evocar aquellos tiempos tan lejanos. Sobre todo una excursión que hicimos a Lequeitio, caminando por la costa. Y me sentí un poco culpable no sé por qué.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Uf... que complicado, el rencor hacia las personas que has querido y compartido tu vida. Personalmente pienso que el rencor siempre tiene algo de verdad, la base, que por los motivos que sean te has sentido profundamente decepcionado y, al no saber perdonar, se ha enquistado ese sentimiento. Espero que su antiguo amigo realmente le escriba,del reencuentro de viejos amigos siempre salen cosas muy buenas.

Por cierto, a mi no me parece culpabilidad, sino dolor de corazón hacia la situación de un antiguo amigo.
Saludos "vila"

GAZTELU dijo...

Realmente me ha comovido la historia.Rezo para que se produzca ese reencuentro en el que su amigo,sin duda,saldrá beneficiado con sus palabras.
Personalmente pienso como anónimo,que el rencor siempre tiene su base,pero o perdonas o sino el rencor se convierte en un arma de destrucción masiva.
Perdonar es el mejor ejercicio que podemos hacer para alcanzar la plenitud y la paz interior.
GRACIAS

Anónimo dijo...

" porque el rencor es una enfermedad que todo lo distorsiona."

Además de verdad!!. Enfermedad socialmente aceptada que sólo se cura en la confesión y con la gracia de Dios. Lo sé por experiencia y sigo convaleciente...

Me apunto la frase porque es buenísima!

Anónimo dijo...

Dentro de un rato iremos a ver al Santísimo que sale en procesión. Rezaré por su amigo y rezo ahora. AL fin y al cabo muchas veces a todos nos ha pasado lo mismo. No hay nada perdido. Y sino que la gente se fije en el Atlético de Madrid.

Isa dijo...

Él ha escogido ese camino al fin y al cabo, aunque por supuesto hayan acontecido muchas cosas que lo evocaran allí, pero usted noe s culpable de nada, el ser humano es libre para escoger el perdón o el rencor, para recorrer el camino que quiere andar.
Además, ahora, si necesita su ayuda, ya sabe dónde localizarle.

Anónimo dijo...

Rencor por lo visto viene de rancio...
Y sí, comparto con usted ese sentimiento, ese sentirse "un poco culpable no sé por qué".

En el fondo es que nos sentimos "algo" o "muy" responsables de la personas que se cruzan en nuestra vida. ¿Podríamos haber hecho más por ellas?
Sólo Dios lo sabe realmente.

cristina v dijo...

Hay personas en ésta vida, y yo conozco a varias, que siempre culpan a los demás de todos sus fracasos, sean de la índole que sean. Constantemente están mirando hacia atrás, regodearse en sus fracasos. Además hacen chantaje emocional.
Ojalá lo llame, porque éstas personas sufren mucho y se quedan muy solas.
Rezare por el.

Anónimo dijo...

El resentimiento es como una obsesión que lleva a las personas a sentirse dolidas y a no poder perdonar y mucho menos, olvidar. La ofensa es como una herida, y el perdón es el primer paso para su curación, y la fortaleza y el tirar de lo bueno es lo que -con el tiempo- te lleva a olvidar.
El sentimiento de culpa es natural y positivo; es como un aviso para poder reparar el daño. Buscar el perdón y hacer todo lo posible para compensar, es lo que nos lleva a sentir un verdadero alivio y así conseguir "pasar página". Perdonar y olvidar, ahí esta el "quid" de la cuestión. AC