Escribe Thomas Wolfe que la soledad es el mejor remedio contra la vanidad.
San Gregorio piensa en cambio que el aislamiento nos hace vanidosos y engreídos porque nadie nos lleva la contraria.
Kloster, que lleva una semana sin más compañía que las aves, dice que sigue siendo tan humilde como siempre.
—Me resultaría muy difícil mejorar en esta virtud —asegura—; no conozco a nadie tan humilde como yo.
Yo coincido con los tres.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
viernes, 18 de junio de 2010
La soledad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
11 comentarios:
pues a mi me parece que la soledad es el alma del silencio y que el silencio es el cuerpo de la soledad
pero no se de que me sirve, ja.ja.
Bueno... la falta de vanidad porque no hay con quien compararse o ante quien presumir... es como la falta de agujetas porque uno no se mueve. No me queda otra que estar con San Gregorio aunque comprendo perfectamente a Kloster (y cuando digo "perfectamente", sé PERFECTAMENTE lo que digo)
Yo, como Kloster, estoy bien servido de humildad.
Realmente muy sabio, coincido con Kloster
Yo también coincido con los tres ... va a depender del " genio " que está encerrado en la botella .
Kloster, con todos los lectores q vamos en el globo ... !!!!es como si todos estuvieramos en RIaza!
Yo soy algo nueva por aquí ¿alguien me dice quién es Kloster?
Hola don Enrique,
Hace poco me he hecho seguidor de su fantástico globo. Muchas gracias por sus siempre cálidas palabras.
Un saludo afectuoso desde Chile,
Felipe.
PS. ¿Quién es Kloster?
Kloster es un tío estupendo...dice lo que pensamos todos, aunque no siempre nos atrevamos a decirlo.
Pues a mí no me gusta la soledad...pero como sé que nunca estoy sola realmente, pues todo solucionado...
Yo con quien más coincido es con san Gregorio, aunque dicho así suene muy vanidoso.
Publicar un comentario