lunes, 28 de junio de 2010

Nouvelle cuisine


Cae en mis manos el primer poemario de una joven autora, cuyo nombre he olvidado instantáneamente, que cultiva un extraño género hecho de frases entrecortadas, sílabas inconexas, signos de puntuación arbitrarios y puntos suspensivos; muchos puntos suspensivos que se deslizan como gotas de agua hasta formar un charco al sur de las páginas impares.

El que me ha prestado el libro, se interesa por mi opinión, y yo, con toda sinceridad y cierta indelicadeza, le digo que me ha recordado la historia de un cocinero mediocre que, por ver si alguien le hacía caso, se pasó a la nouvelle cuisine sin saber freír un huevo.

-O sea que no lo has entendido -concluye Luis-.

-Debe de ser eso.

Debería haberle dicho que, cuando uno lleva medio siglo leyendo poesía en castellano, resulta arriesgado pensar que no entiende de estas cosas. Quizá el problema de esta autora es que la entiendo demasiado bien.


7 comentarios:

hmpaquito dijo...

D.Enrique,

Me recuerda aquella anécdota del Guggenheim vasco donde un grupo de personas se fueron incorporando a contemplar una obra de arte que resultó ser un extintor contra incendios.

En nuestros dias se le niega al hombre la posibilidad de alcanzar el misterio divino... se le ofrece futbol, hamburguesas... pero si hay algún espabilado al que esto se le le queda corto se le ofrece la kultura como último destino de lo sublime.

saludos

marisa dijo...

Gracias por la idea. Tengo que hacer unas 50 actas y llevo media. Me voy corriendo. Aunque, dudo que ese estilo tenga un pase en el libro de Actas, por muy bonito que sea.

Dani Morcillo dijo...

Su anécdota me ha recordado un chistecillo:

- Oiga, ¿usted cómo se mantiene tan joven siendo tan mayor?
- Es que nunca discuto con nadie.
-Hombreee... por eso no será...
- Bueno, pues no será por eso.

Anónimo dijo...

Que bueno, he soltado una carcajada cuando Luis le ha dicho que no lo ha entendido. Me he imaginado su cara... Que bueno.
D.Enrique a ver si ahora el problema es que se tiene que modernizar y no leer a tanto clasico. ja , ja .

Almudena dijo...

De primeras, le entiendo y me identifico con ud. Pero mi problema viene cuando pienso que, con artistas "verdaderos" ha habido auténtica ceguera durante años y, sólo después de muertos, pasado un tiempo, se ha comprendido su talento. Eso siempre me hace pensar que yo no entiendo, que me he quedado atrasada. O en el caso de la cocina, (que me hizo gracia como ejemplo), que me pierde la glotonería.

Anónimo dijo...

Ya podía haber puesto uno de esos poemas para ver que cocía la autora. Como lector de poesía y poeta, también vienen a tocarme las narices (sé que no se puede poner pelotas aquí jaja) varios recitales a los que he acudido perfopoesía, pintura y poemas, mísica y poemas... para mí ya es arriesgado y totalmente rompedor o heterodoxo la lectura en voz alta de un poema, que creo que está hecho para la lectura silenciosa, así que estas zarndajas vestidas de innovación me provocan la sensación de tomadura de pelo. Hay quien quiere reinventar a todas horas, reinventar la música, la poesía... mire, la poesía es la palabra y el hombre, para todo lo demás voy al cine o al circo.

Lucía dijo...

Considero tentación diaria el afán de hacer algo sobresaliente y ante mi incapacidad, tambien diaria, me pliego al trabajo normal de cada día.Eso sí, lo mejor que puedo...