martes, 1 de junio de 2010

Virutas de oro



Hace unos meses Enrique García-Máiquez me envió con una cariñosa dedicatoria el libro que he terminado de leer esta tarde. Se titula “Mas virutas de taller” * y su autor es Miguel d’Ors, uno de los grandes poetas que escriben en castellano.

Llevo ya muchos años leyendo a d’Ors: al abuelo, Eugenio; al padre, Álvaro y al hijo, que ahora nos deleita con sus virutas. ¡Dios mío, cómo he disfrutado! Hace mucho tiempo que no me dolía tanto llegar a la última página de un libro. Y es que el taller literario de Miguel d’Ors no desprende un serrín corriente, sino limaduras de oro, pequeñas joyas, que se deben paladear muy despacio.

No me atrevo a decir nada más. Se trata de un libro inclasificable lleno de aforismos, reflexiones, críticas literarias, recuerdos, ironías, bromas, poemas propios o ajenos, “haikus”… Y, al fondo, el retrato de un hombre sencillo, amante de la montaña y de la literatura, que defiende su libertad de juicio con pasión y buen humor.

Al terminar su lectura me he sentido yo mismo como una viruta del taller de d'Ors.

* Más virutas de taller (2004-2009). Edit. "Los papeles del sitio", Sevilla, 2010

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Justamente ayer estuve tentado de de enviarle un comentario en el sentido de que me dolía la ausencia, de un tiempo para acá, de la literatura en general y de la poesía en particular.(Ahora veo que hubiese sido muy injusto por mi parte).
Sí, Miguel es uno de los grandes.

Carlos García dijo...

Empieza junio
Es un mes muy raro
Avisa el calor
Sigue el trabajo
La Universidad, cerrada:
cosas de Bolonia
septiembre en julio.
Para los que peinan canas,
el mundo al revés
Cuando quieres darte cuenta
septiembre es.

Enrique Monasterio dijo...

Carlos, hay tres buenas razones para dedicarse a la enseñanza: julio, agosto y septiembre

Carlos García dijo...

D. Enrique:
Ya no. La universidad y los colegios empiezan en los primeros días de septiembre y en julio hay exámenes de repesca.
A final de agosto hay que trabajar para preparar el comienzo del curso. Pregunte en su cole y verá.

Enrique Monasterio dijo...

Y no te olvides de que hay que investigar... Pero las tres razones siguen en pie

Isa dijo...

Cuántas ganas me está dando de abrir ese libro y leerlo...

E. G-Máiquez dijo...

No se vaya a creer nadie que yo voy dedicando libros ajenos. Mi dedicatoria fue sólo como director de la colección que publica el libro, y en la hoja izquierda. Dejando la parte noble para que lo dedicase el autor.

Precisión aparte, gracias por la entrada.

Natalia Guardiola dijo...

Yo,que no soy nadie y he llegado a este blog por casualidad, precisamente buscando a d'Ors, agradezco tus nobles palabras hacia sus escritos y estoy de acuerdo en que: "se deben paladear muy despacio", pero que muy despacio.
Me fascina la manera en la que cuenta la simpleza de la vida, tan humildemente que la hace fantastica, fuera de lo normal.

Y ya de paso, me quedo por el blog que es fantástico.

Enrique Monasterio dijo...

Bienvenida, Natalia; aquí encontrarás una tertulia permanente. cordial y refrescante.
Espero que colabores.