viernes, 25 de abril de 2014

En Triana, aún sin sombrero



Vuelvo a Las Palmas en busca de un sombrero, y enfilo la calle Triana.
―Bendición, padre…
―Que Dios te bendiga, hija.
He respondido lo primero que me ha venido a la boca, y mi hermano, que anda por Puerto Rico, me confirma que ésa es la fórmula correcta.
Por lo demás, tengo la impresión de visitar La Habana a pesar de que nunca he estado allí. Los edificios, los rostros y el acento de los canarios recuerda al que uno ha visto y oído en las películas.
―¿Me da un eurito para comer. padre?
El mendigo está flaco y mira con ojos tristes, como un perro vagabundo. Tiene la barba gris, y la piel aceitunada.
―¿De dónde eres?
―De Galdar.
Algunos nombres de esta tierra, no sé por qué, me recuerdan al señor de los anillos.
―¿Me da un euro? ―repite.
―Espérame en la puerta de esta tienda; ahora salgo con cambio.
En la tienda, la dependienta, que es encantadora como todo el mundo en esta isla, sonríe y me adelanta el euro para el mendigo.
Le digo que busco un sombrero de mi talla, y responde apenada:
―Los sombreros son talla única.
Cojo uno y, en efecto: 54 a 62, dice la etiqueta. Yo, que necesito un 60, me lo coloco sobre la testa y tengo la impresión de me ha salido un tejadillo en lo alto de la azotea.
―Ya ve que no me cabe… Cámbieme 50 euros y le devuelvo el euro del mendigo.
―¡No se apure, padre! ―responde la chica―. La limosna corre por nuestra cuenta.
Como aún necesito comprar una pasta de dientes, entro en el “Dino”, un hipermercado cercano.
―Padre ―me interpela una señora de aspecto rotundo―. ¿Cuántos años de estudio se necesitan para hacerse sacerdote?
―¿Quién quiere ser sacerdote? ―le respondo―.
Yo quiero que mi niño sea cura. Y le digo que no es muy difícil y que tendrá trabajo. Pero él no está seguro.
―¿Qué estudia?
―Es chiquito todavía. Va hacer la Primera Comunión.
Al fin, en la misma calle Triana, encuentro una sombrerería de lujo. Tienen toda clase de prendas de cabeza, pero tan caras que no me decido.
Vuelvo a Airaga en el pequeño Toyota azul que uso estos días como sombrero.


¿La Habana? No. Las Palmas. Calle Triana

9 comentarios:

Ana dijo...

Ja, ja, jaaaa... Aun sin sombrero, me encanta su sentido del humor...
Su presencia atrae multitudes: personalmente, en su Blog fantastico, con sus bellas palabras...
Maravillosas esas fotos: Triana muy pintoresca, disfrute su estadia alli...
BUEN FINDE !!!!!!!! para todos a pasarlo genial...

Ana dijo...

Aahhh me olvidaba...
UNIDOS TODOS EN ORACION !!! Mañana sabado 26 de Abril en la Beatificacion de nuestro querido Papa Juan Pablo II. Que El desde el Cielo interceda por todos nosotros...
Rezamos tambien por nuestro dulce Cristo en la tierra: el Papa Francisco para que Dios lo colme de abundantes Gracias y Bendiciones para cumplir en plenitud su gran tarea apostolica...
GRANDEEEE PATER !!!!!!! Que Dios tambien lo bendiga a usted en tan inmensa Obra que realiza todos los dias... GRANDEEEE !!!!!!!

pacita dijo...

ay se me olvidaba poner de su club de fanssss!!! li siento Sebastián pero me hizo muchas gracia esa frase!!!

pacita dijo...

no ha entrado el otro comentario??? o me lo ha censurado??? chicas@UBA conecta y a comprar el sombrero.los de Las Palmas!!!! ya pasaremos cuentas(como decimos aquí) comprarle un Panamá.

Enrique Monasterio dijo...

Pacita, no insistas.

pacita dijo...

vale! ya me callo(se me han colado palabras mal escritas)

c3po dijo...

¡Vaya, compartimos talla!
Yo lo arreglé metiendo el chambergo en una horma por gentileza del sombrerero.
Mucho ánimo.

Juanma Suárez dijo...

Don Enrique, un sevillano de pro (que no yo, que soy un sevillano atípico), le habría soltado un "¿calle Triana? ¡¡Ole!!".

Bueno, en Sevilla es un barrio, pero esta calle Triana también tiene pinta de ser un sitio pintoresco y agradable para pasear.

Cristina .V dijo...

Que recuerdos ...... Tantos años paseando por la calle Triana. Vivía muy cerquita.
Veo que han cambiado las farolas.