Ya os lo decía yo. ¿Por qué florecisteis tan a destiempo? Queríais despertar a los pájaros haciendo madrugar a la primavera, y os lo advertí:
-En Riaza aún esperamos más heladas. Esas flores morirán recién nacidas.
Hoy, Sábado Santo, ha caído una nevada magnífica, de copos enormes y silenciosos. Durante media hora hemos recuperado el invierno que no tuvimos, y las flores de los cerezos se han puesto tristes, con un color de Cuaresma que no presagia nada bueno.
Regreso a Madrid al caer la tarde. Trataremos de que los propósitos del Retiro den fruto: que no me los congele esta extraña primavera.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
sábado, 22 de marzo de 2008
Nieva sobre los cerezos
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