sábado, 22 de marzo de 2008

Nieva sobre los cerezos

Ya os lo decía yo. ¿Por qué florecisteis tan a destiempo? Queríais despertar a los pájaros haciendo madrugar a la primavera, y os lo advertí:
-En Riaza aún esperamos más heladas. Esas flores morirán recién nacidas.

Hoy, Sábado Santo, ha caído una nevada magnífica, de copos enormes y silenciosos. Durante media hora hemos recuperado el invierno que no tuvimos, y las flores de los cerezos se han puesto tristes, con un color de Cuaresma que no presagia nada bueno.

Regreso a Madrid al caer la tarde. Trataremos de que los propósitos del Retiro den fruto: que no me los congele esta extraña primavera.

No hay comentarios: