Hoy he vuelto a recordar a Julio. ¿Qué habrá sido de él? Yo llevaba pocos meses de sacerdote cuando lo conocí y él tenía 20 años más que yo. Acababa de abandonar a su mujer en una clínica psiquiátrica y respondía con pequeños sarcasmos a mis consejos de que luchara por salvar su matrimonio.
Me dijo que “volver a empezar” está muy bien para hacer canciones, pero que la vida real es otra cosa. Parafraseaba a Heráclito cuando afirmó que “nadie ama dos veces a la misma mujer”. Bueno, la verdad es que no empleó el verbo amar.
—La mía —concluyó con un cinismo tedioso— sólo se parece un poco a la que conocí en la universidad. La de ahora “no-me-gus-ta-na-da”, ¿me entiendes?
Ya metido en harina, se permitió darme consejos e incluso hacer simpáticos pronósticos:
—Cuando tengas mi edad, te preguntarás un día qué haces dentro de esa sotana.
Debe ser cosa de los años, pero recuerdo muy bien aquella charla tan lejana. Podría describir hasta la corbata que llevaba entonces el bueno de Julio.
Como digo, han pasado casi 40 años, y si pudiera, hoy le diría que “volver a empezar” es mucho más que una canción melosa de Julio Iglesias. Probablemente, en cuestiones triviales, nadie puede regresar del todo al kilómetro 0 de su vida, porque el tiempo es inexorable y deja demasiadas heridas, experiencias y cicatrices. Pero tiene algo el amor que se salva de la muerte y renace cada día, si somos fieles.
Es verdad, querido Julio, que en este tiempo he tenido que ir muchas veces al kilómetro cero de mi vocación, pero siempre he comprobado que volver a empezar es posible. Más aún, ese continuo recomenzar es lo que da vida, alimenta y hace crecer el amor.
¿También el amor conyugal? También ¡Cuántas historias estupendas podría contar! Esto es lo malo de ser cura: uno querría publicar a los cuatro vientos, no las miserias de los que se nos acercan, sino las victorias, enormes, milagrosas, de que somos testigos cada día. Pero en ese “recomienzo” del amor humano hay un secreto: es preciso dejarse amar por Dios y reconstruir cada día nuestra relación con Él. Entonces, sólo entonces, se cumple su promesa del Apocalipsis: “yo hago nuevas todas las cosas”, también ese pequeño amor que había empezado a envejecer.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
martes, 24 de febrero de 2009
Kilómetro 0
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17 comentarios:
A veces el Señor usa extraños medios para hablarnos. Esta mañana me hablo por este post.
Cuadno mi alma se repetia que volver a empezar es imposible aparece un sacerdote que ni siquiera se de donde es, y escribe que Él haca todas las cosas nuevas. Y derrepente se que no encendi el ordenador por aburrimiento, se que Él queria recordarme que esta a mi lado queriendo hacer mi vida nueva. Y se me antoja mirar al Crucificado, con timida sonrisa le doy las gracias.
Buenos días don Enrique!!! Que increibles son los caminos del Jefe!! justo hoy que necesitaba ánimo para volver a comenzar.... gracias!
Por otro lado, si tiene tiempo, entre a mi blog, hoy colgué un video de una niña de 12 años que dió in increible discurso de 5 minutos defendiendo la vida de los no nacidos. No he logrado encontrar el video en español... pero está MUY BUENO!!!
Saludos desde Guatemala!
Qué decir, qué decir, por dónde empezar.... Ah, por el principio!De acuerdo en todo, D. Enrique. El Km 0 es muy visitado durante la vida. Espero que no dejemos de hacerlo hasta el final. Aunque con los recuerdos de haberlo visto antes. siempre se aprende algo...no?
Yo llevo 27 años encerrada en este cuerpo y me pregunto ahora qué hago en él, me pregunto tantas cosas que la sombra de las dudas no me permite ver las respuestas, y seguro que están tan cerca...
Saludos, d. Enrique
Mi amigo quiere acabar con su matrimonio que comenzó hace muchos años.Mira, me cuenta,quiero el divorcio YA,nada de separación.
Yo escucho sus "razones" hago de esponja aguanto y callo.
Todas las mañanas cuando llego al trabajo entro en la página de La Virgen de Lourdes através de la Webcams de la gruta la veo en directo.Nos miramos la hablo del matrimonio de mi amigo y lloro.
ll
Volver al km 0 de nuestra vida, sean las circunstancias que sean, es la mayor muestra de amor a DIOS; la fidelidad y la perseverancia cuestan,vive Dios que si cuestan,pero ese segundo que te sientes en brazos del Señor como un recien nacido es tan "pleno" e infinito, que te de fuerzas para seguir.
Me ha encantado el KM 0, es una buena manera de terminar el dia con mi examen de conciencia.
GRACIAS
No solo en el matrimonio, que también, en la amistad, en el trabajo,en la familia, en la vocación...Volver al Km 0 puede salvar muchas cosas que van camino de perderse en la rutina o el olvido.
Bonito esto del Km 0 en la vida.
Gracias, Don Enrique
¡Abajo la rutina! "Hacer todas las cosas nuevas" ...¡qué magnífico! Es como estrenar el mundo en su primera mañana... el azul,el amigo,la ilusión, el amor... Seguro que todo se ve y se oye y sabe de otra manera.
El truco es no moverse del kilómetro cero. Más o menos.
En cualquier caso a veces hace falta un par de empujoncitos porque en el matrimonio tienen que volver los dos. No???
También conviene perder la memoria en el trayecto de vuelta...
No se cuantos dias sin hacer oracion, evadiendome,escondiendome revolcandome en el barro de mis miserias y hoy precisamente quiero arrancar desde cero. En un Post anterior mencionaba sobre el Perdon incondicional que EL nos ofrece y que permite arrancar de nuevo, como nuevo. Mañana antes de que me impongan las cenizas, me confieso
Gracias don Enrique.
El amor debe cuidarse cada día a base de cositas pequeñas, pequeños detalles que de verdad muestrab nuestro cariño a la otra persona o a Dios.
Qué importante es que en esos momentos en que uno flojea, vuelva al km 0,al día en que se enamoró y vea porqué dijo un sí tan grande que comprometió toda su vida; cuánto bien hacemos a los demás y a Dios con nuestra fidelidad...
Amar es recomenzar
Leyendo esto solo se me ocurre una pequeña oracion por Ud. Que Dios lo guarde por mucho tiempo indicando el norte a cuantos se le acercan o lo leen.
Perseverancia.
¿Te has puesto a observar la actitud de los pájaros ante las adversidades?
Están días y días haciendo su nido, recogiendo materiales a veces traídos desde largas distancias …
...Y cuando ya está terminado y están prontos para poner los huevos, las inclemencias del tiempo o la obra del ser humano o de algún animal lo detruye y tira por suelo lo que con tanto esfuerzo se logró…
¿Qué hace el pájaro? ¿Se paraliza, abandona la tarea?
De ninguna manera. Vuelve a comenzar, una y otra vez, hasta que en el nido aparecen los primeros huevos.
A veces — muchas veces — antes de que nazcan los pichones algún animal, un niño, una tormenta, vuelve a destruir el nido, pero esta vez con su precioso contenido.
Duele recomenzar desde cero… Pero aún así el pájaro jamás enmudece, ni retrocede, sigue cantando y construyendo, construyendo y cantando.
¿Estás cansado de recomenzar, del desgaste de la lucha diaria, de la confianza traicionada, de las metas no alcanzadas cuando estabas a punto de lograrlo?
Así te golpee la vida una vez más no te entregues nunca, di una oración, pon tu esperanza al frente y arremete. No te preocupes si en la batalla sufres alguna herida, es de esperar que algo así suceda. Junta los pedazos de tu esperanza, ármala de nuevo y vuelve a arremeter.
No importa lo que pase… no desmayes, sigue adelante. La vida es un desafío constante, pero vale la pena aceptarlo. Y sobre todo… nunca dejes de cantar.
Magnífico este relato D. Enrique. Lo he leído ahora mientras escuchaba en silencio la canción de Vivaldi- Bajazet: "Sposa son disprezzata", en donde canta Montserrat Caballé, y realmente D. Enrique, sus palabras me han emocionado muchísimo. Kilómetro 0, qué título más apropiado para esta historia. ¡Qué hermosos son sus pensamientos D. Enrique!
Voy muy retrasada con su blog, hace apenas unos días que casualmente encontré "Pensar por libre" y sigo descubriendo tantas cosas bellas…, que no quiero parar de leer, no sé, me siento como en un sueño.
Un abrazo.
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