sábado, 3 de abril de 2010

Del diario de Barrabás


Yo debería estar muerto; de hecho casi lo estuve en mi celda ayer por la noche cuando la sombra de la cruz me iba llenando el alma de tinieblas. Sin embargo, al llegar la mañana, la voz de un funcionario desconocido me volvió a la vida:

—Estás libre. Poncio Pilatos, Procurador de Judea, te concede el indulto en nombre del César a petición del pueblo de Jerusalén y del Sanedrín.

Corrí hacia el exterior de la cárcel como borracho. Me dijeron que se había congregado una multitud delante del Pretorio para pedir mi liberación, y por un momento sentí el orgullo de mi raza. Con un pueblo así, me dije, seremos capaces de grandes cosas. Venceremos al Imperio de los gentiles, expulsaremos a los usurpadores…

La decepción fue enorme. A nadie le importaba mi vida lo más mínimo. Es más, los sacerdotes y los sanedritas me odian tanto como los romanos. Ellos sólo querían la muerte de un galileo que se proclamaba Mesías, y yo fui una pieza de cambio.

Me llamo Barrabás. Soy bandolero y patriota. Participé en un motín por defender a nuestro pueblo de la tiranía romana y maté a un hombre. Los soldados lograron atraparme en la huida y fui acusado de asesinato. Nunca me he quejado de mi suerte. Sabía a lo que me exponía cuando elegí este camino. He aprendido a amar a Israel y a odiar a nuestros enemigos.

Hace dos días fui juzgado por ellos según la ley de Roma y me condenaron a morir en la Cruz. Ahora mi pueblo me dice que no me meta en líos, que hay que respetar el orden constituido. Los saduceos se ríen de mí; los fariseos me odian; los zelotes, mis compañeros de lucha, miran para otro lado porque no quieren ser cómplices de un asesino.

¿Por qué me has salvado, Galileo? Tu cruz era mía. Yo debería haber muerto allí, no sé si como héroe o como delincuente. A estas horas, las aves carroñeras ya estarían dando cuenta de mis despojos. Me dicen que estás muerto y sepultado, que tu sueño mesiánico terminó. Sólo tu madre parece esperar que vuelvas a la vida para instaurar tu reino.

Y yo, ¿quién soy? ¿Qué quieres de mí, Galileo? Oigo tu voz que me llega desde lo hondo del sepulcro, y sé que no me he vuelto loco. ¿Por qué me has salvado de la muerte? ¿Qué quieres que haga?

Soy Barrabás, un asesino, un ladrón, y voy a ver a tu Madre. Tal vez ella me responda.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay veces que llego a ser tan orgulloso y realizar también las mismas o parecidas preguntas que se hace Barrabas. En esos momentos de desfallecimiento de igual forma consigo volver a Ti a través de los brazos de tu Madre. Don Enrique nunca me había relacionado con este personaje, gracias por hacerme reflexionar sobre ello, posiblemente me ayude en lo sucesivo a bajar los humos.

LOS 7 RAMIREZ dijo...

Don Enrique no solemos hacer comentarios, pero creo ha llegado el momento de dar las gracias por su esfuerzo y dedicación en este Globo. Solemos leerlo por la noche todos juntos y luego lo comentamos. Mi hijo de 14 años ¿sabe como describe a su persona?: es un cura guay y llega con lo que dice. Estos días el peque, que va a recibir la Comunión este año, nos llama pesados por no abrir el Globo por la mañana, intenta adivinar el personaje del diario. Gracias de nuevo, nos ayuda mucho a sentir la Semana Santa y compartir con nuestro hijos sus comentarios y que
aprendan a ser respetuosos con los de los demás lectores.

Anónimo dijo...

Hay veces que también nosotros nos encontramos muertos y en nuestro camino encontramos a un Galileo que siempre tira de nosotros.¡¡¡¡¡ Que suerte tenemos!!!!!.

Isa dijo...

El mejor camino para llegar a Jesús es María. Cuando flaqueo, dudo o pierdo el rumbo, ahí está ella, para indicarme el camino recto que no me separa de Dios.

elektrocrash dijo...

Increible... el Espiritu Santo ha inspirado sin duda todas sus entradas de estos días...

Felicitaciones!

GAZTELU dijo...

Gracias D.Enrique,me ha hecho tener una nueva perspectiva de este personaje.
Feliz pascua de resurecíón para usted y todos sus ilustres.

adela dijo...

Era un bandido... pero su humildad le llevo al Cielo.

Me sumo a la felicitación de Gaztelu.

GRACIAS

yomisma dijo...

Me parece que es llegar un poco lejos el decir que Barrabas se fue al Cielo... Corrijame si no es así.

Pierre Nodoyuna dijo...

Me parece que es llegar un poco lejos el decir que Barrabas se fue al Cielo... Corrijame si no es así.

Enrique Monasterio dijo...

También sería "llegar un poco lejos" afirmar lo contrario, yomisma.

yomisma dijo...

Tanbién me parecería presunción, no digo que no. El decir que se ha ido al infierno, digo.