Hace 5 años el Cardenal Joseph Ratzinger fue elegido por el colegio cardenalicio para suceder a uno de los Papas más grandes de la historia.
Benedicto XVI sabía muy bien que le caía sobre los hombros una carga muy pesada, casi insoportable. Por eso, desde el primer momento, se apoyó en la oración de la Iglesia entera. Y tomó la cruz sin miedo; la llevó a plomo, sin quejarse, siempre con la sonrisa en los labios.
Pidamos al Señor que el Vicario de Cristo conserve siempre esa serenidad y esa sonrisa que desarma a todos los que le tratan. Y que nunca suelte la Cruz. Todos necesitamos de su enorme fortaleza, de su sabiduría incontestable y de su alegría serena.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
lunes, 19 de abril de 2010
Benedicto XVI
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
A mi me parece que la primera frase que dice un Papa cuando es elegido por el conclave resume su pontificado, es decir: con Juan Pablo II aprendimos a no temer a Cristo sino abrirle las puertas de par en par, y ahora Benedicto XVI nos enseña que seamos "humildes trabajadores en la viña del Señor"
Gracias a Dios por nuestro Papa.
Felicidades al Papa y todo nuestro apoyo y cariño en estos tiempos de prueba.
Publicar un comentario