Lo llamábamos Sach y era un tipo simpático, deportista y alegre. Cuando comenzó Gaztelueta, su colegio y el mío, sus padres se dieron prisa y fue el primero que se matriculó. Como era pequeñajo y de poco peso fue también el primero en atreverse a saltar con pértiga en aquella pista letal que teníamos entonces. Todos nos quedamos asombrados al comprobar que agarraba aquel palo enorme y, sin ensayar, superaba los dos metros y pico.
Dentro de unos días celebraremos el primer aniversario del fallecimiento de Vicente Garín, el único profesor de Gaztelueta que nos conoció a todos: desde la primera a la última promoción. Él recibirá ahora a Sach en el Cielo. Me consta que era su alumno predilecto, y habrá intercedido por él hasta el último momento.
La primera pasión de Santi fue el mar. El Señor se lo ha llevado mar adentro.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
viernes, 28 de mayo de 2010
Ha fallecido Santi Arbaiza
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
Su cuerpo dejará no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
¿Comparten la idea de que en todo colegio hay un Sach? ¿Qué sería de nosotros sin ellos o ellas?
No soy de Bilbao, ni de España, pero puedo decir, a Sach y a todos los Sachs que han vivido así, ¡GRACIAS! y sigue cuidando de los tuyos.
Para Sach en particular: gran terulia armarás con San Josemaría y otros que tanto te quisieron acá y ahora todos se quieren tanto allá, imagino la que vas a armar con don Jesús Urteaga
La Coronilla de La Misericordia diariamente es por nuestros fieles difuntos.
Diana
AMADO NERVO
IX. ¡QUÉ BIEN ESTÁN LOS MUERTOS!
¡Qué bien están los muertos,
ya sin calor ni frío,
ya sin tedio ni hastío!
Por la tierra cubiertos,
en su caja extendidos,
blandamente dormidos...
¡Qué bien están los muertos
con las manos cruzadas,
con las bocas cerradas!
¡Con los ojos abiertos,
para ver el arcano
que yo persigo en vano!
¡Qué bien estás, mi amor,
ya por siempre exceptuada
de la vejez odiada,
del verdugo dolor...;
inmortalmente joven,
dejando que te troven
su trova cotidiana
los pájaros poetas
que moran en las quietas
tumbas, y en la mañana,
donde la Muerte anida,
saludan a la vida!
Conste, María, que nunca he compartido esa visión melancólica de Amado Nervo. "La amada inmóvil" siempre me ha parecido un libro frío, terrible.
Sabe don Enrique: que lo ( libro)encuentro una maravilla ... cómo la amaba ... luego se reconcilió con la muerte
Cada evz que habla de us colegio me da una envidia...Otro angelito más en el cielo.
Publicar un comentario