viernes, 28 de enero de 2011

Los "cenicerdos"

Llueve sobre Madrid y sigue haciendo frío. Me dicen que ya hay nieve en las afueras y que esta noche tal vez llegue a la ciudad. Yo salgo de casa bien abrigado, con un sombrero impermeable y la mochila de batalla. Antes de ir al colegio, paso por el estanco para comprar sellos. El local está abarrotado de clientes que hablan en voz baja y se miran de reojo como hacen los compradores de droga.
―Dos paquetes de Camel, por favor ―dice una chiquilla que me precede―.
―¿Cuantos años tienes? A ver, enséñame el carné.
―Es que…, me lo he dejado en casa.
―Pues entonces…
Junto a la estanquera hay un cartel enorme: “se prohíbe fumar en este recinto”. Así que los fumadores son expulsados de su templo más natural. Aquí se vende y se compra, pero no se consume.
―¿Qué desea?
―Necesito mandar este paquete a Pamplona. Es un libro…
―Habrá que ver lo que pesa. Yo aquí no tengo balanza.
―Pesa 250 gramos ―le digo―. Lo he comprobado en casa.
―Ah, pero tampoco tengo la tabla de tarifas.
―Pues qué bien. ¿Y sellos? ¿Tiene usted sellos?
―Claro. Esto es un estanco…
Iba a decir que no se nota, pero me contengo.
―Entonces, póngame tres euros y que sea lo que Dios quiera.
En la calle, cuatro fumadoras y dos fumadores soportan a duras penas su propia marginación dando saltitos sobre el pavimento mientras expulsan el humo hacia el cielo. El suelo está alfombrado de colillas empapadas. También hay un par de vasos de plástico con los restos del botellón nocturno. ¡Pobres fumadores! Intoxicados por el Estado, ahora se les confina en las aceras.
Dentro de veinte años los ceniceros se exhibirán en los museos como curiosidades del pasado. De momento, la calle es un gran cenicerdo, que trato de eludir dando un pequeño rodeo.

7 comentarios:

Relicary dijo...

Uf, esa escena me recuerda a uno de esos días grises que me van mosqueando conforme pasa la mañana. Algo parecido me pasa cuando espero un autobús y descubro que los conductores están a las 6:30 haciendo la huelga que empieza a las 7:30...

En esos moementos, mejor esforzarse en encontrar cosas positivas. Buen fin de semana.

DAVID DIAZ CRIADO dijo...

La verdad es que es bastante guarro ver las colillas en el suelo y lo reconozco siendo fumador de cajetilla diaria.
Pero fijate la paradoja: somos precisamente los que fumamos y tomamos algunas copas los que con los inmensos impuestos del alcohol y del tabaco estamos pagando la sanidad publica de toda España.
¿como te fumas esto? ¿lo bebes?

GAZTELU dijo...

Pobres fumadores!!! entre los que me cuento.

La estanquera, muy cordial no?
la adolescente del camel me encanta, la estampa que usted describe le presencio todos los días en mi estanco.
los jóvenes no conocen la crisis. Hace poco le pregunte sobre el tema a Maite, mi estanquera habitual, encantadora y gran profesuinal,y me contestó que sus clientes más jóvenes son los únicos que no han variado su marca de tabaco, en cambio, el resto del planeta hemos pasado a fumar porquerías (en el fondo todo es la misma porquería), pero a mí no me deja sorprender el dato.

Yo lo siento mucho, pero dejaré de fumar cuando yo quiera no cuando me lo diga este gobierno con sus leyes claramente injustas(en mi humilde opinión).
Probablemente yo seré enterrada con tres cosas, una de ellas un cartón de tabaco, las otras dos me las reservo.

Lo de los cenicerdos es realmente asqueroso pero contra la mala educación es difícil luchar.

Tiene usted hoy cole? mis hijos que son de fomento están en la "santa cama", hoy libramos.

GRACIAS

Nuevepornueve dijo...

NADA ES DIFICIL PARA LOS QUE AMAN!

PARA EL QUE AMA, TODO ES POSIBLE

PARA EL QUE AMA, NADA ES DIFICIL...

SALUDOS Y BUENOS DIAS, D. ENRIQUEE

Vasconavarra dijo...

Como ya se han dicho todas las traducciones correctas, pongo la de Google: "Creo que nada de lo que ama ir difícil". Vamos, que hay gente que ama cosas que no son muy difíciles... y la verdad es que eso es una auténtica pena.

Anónimo dijo...

Nada es difícil para aquellos que se aman o no hay difucultad para los que se aman?
Me voy a currar que esto no es serio.

Nuzki dijo...

Copiando a San Pablo:

El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

¿No?