martes, 15 de febrero de 2011

"Ingratissimus omnium, qui oblitus est"


 “El más ingrato de todos es el que olvida”, dice el búho. El texto es de Séneca, y vale la pena leerlo entero: Ingratus est qui beneficium accepisse se negat, quod accepit; ingratus est qui dissimulat; ingratus qui non reddit; ingratissimus omnium, qui oblitus est. “Es ingrato el que niega el favor recibido; ingrato el que lo disimula; ingrato el que no corresponde, y el más ingrato de todos el que lo olvida.”
Al leer estas palabras he recordado a un anciano de casi 90 años, que conocí hace mucho tiempo en un tanatorio de Madrid donde velaba el cadáver de su segunda esposa.
Tras la muerte de la primera, volvió a casarse con una empleada de la empresa, mucho más joven que él. Sus hijos le advirtieron que aquel matrimonio podría ser un desastre y, por una vez, tuvieron razón. La mujer, después de algunas infidelidades públicas y notorias, abandonó a su marido con buena parte del dinero. Al cabo de los años, regresó a casa para morir, enferma de cáncer. El anciano la recibió sin un reproche y la cuidó en sus últimos meses de vida.
Su hijo mayor me contó esta historia allí mismo, a pocos metros de la capilla donde reposaban los restos mortales de su madrastra.
Charlé un buen rato con el viudo. Estaba desolado, bañado en lágrimas, como si hubiese perdido al gran amor de su vida.
―He olvidado las ofensas ―repetía una y otra vez―; pero recuerdo muy bien todas sus caricias.
Tenía razón: nunca hay que olvidar las caricias de la vida. Los agravios, sí. También Dios los olvida cuando pedimos perdón. 

13 comentarios:

DAVID DIAZ CRIADO dijo...

Cuando uno ama de verdad a otra persona llega al punto de ser capaz de perdonarle/a cualquier cosa -incluso una infidelidad-.
Este es el autentico mensaje del Evangelio: perdon de los pecados.
Veo en esta historia la parabola del regreso del hijo prodigo, en este caso era la esposa prodiga.
Para esto y para lo que haga falta tambien nos sirve el matrimonio.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo Don Enrique,que hombre tan bueno y sensible,no todos son así.Los hay frios,pero que demuestran su amor de otras maneras,con obras,pero las mujeres nos gustan que nuestros maridos sean cariñosos con nosotras,que nos piropeen,que nos mimen,que nos digan muchas veces que nos quieren.Hay poquitos hombres así¿porqué será?¿somos más sensibles las mujeres?

Anónimo dijo...

Las dos últimas líneas del post de hoy me han dado muchísima paz. Muchas gracias.

Carlos García dijo...

Al leeer esta entrada, me ha venido a la cabeza Jutta Burgraff, fallecida el 5 de noviembre pasado. Publicó hace tiempo un largo artículo sobre el perdón, luminoso -y duro- como pocos. Termina así: «¿Quieres ser feliz un momento? Véngate. ¿Quieres ser feliz siempre? Perdona».

Antuán dijo...

¡GRACIAS!selor d. d. Carlos ... Ruiz por un poco y somo paisanos es mi 2º apellido. Y a d. Enique por mandarme su libro. ¿que he hecho yo para merecer esto? Si se me permite encontré en el punto de libro que traia esto: "mejoren la capacidad de conocimiento y orientación para una grandiosa dinámica, que lleve a esa "civilización del amor", de la cual Dios ha puesto la semilla en cada pueblo y en cada cultura". Guay! Y a la frase ¿puedo añadir mi interpretación personal? Digo: Ingratos aquellos que se sienten obligados. Porque el hombre lo que hace lo hace libremente, porque le viene en gana, que no es que tenga ganas o no de hacerlo sino porque sabe lo que quiere y le conviene y lo hace suyo porque si.

Cordelia dijo...

He intentado acceder al artículo que dice Carlos y el link está roto.
Me gustaría leer el artículo.

Anónimo dijo...

Gracias Carlos; Esa mujer era y -sigue siendo- impresionante. A mí me ha conmovido SABER PERDONAR; cosas como "todo se humano es más grande que su propia culpa" o "debemos perdonar como pecadores que somos, el perdón es más para compartir que para conceder"; y muchas cosas más... AC

Sinretorno dijo...

Hubo un ministro de Franco que dijo, que menos latín y más fútbol. Así nos va desde entonces. Pero pásense por el blog de Sinretorno, donde descubrirán el secreto de Sinretorno,su cara. Mucho latín, pero D. Enrique no tiene una foto con Juan Pablo II, que yo sepa. Y espero una foto de Kloster, que suena a amigo imaginario.VALE.

Anónimo dijo...

Una buena lección...aunque cuesta...a veces mucho

Enrique Monasterio dijo...

Ese ministro del que habla "Sinretorno" era natural de Cabra, y alguien le hizo notar que, gracias al latín, los nacidos en su pueblo pueden llamarse egabrenses y no de otra manera.

Bernardo dijo...

Yo es que me olvido de todo con gran facilidad. De lo malo, pero también de lo bueno. Mi gratitud es o inmediata, o sistémica.

Carlos García dijo...

Cordelia, prueba con este enlace para acceder al artículo de la Dra. Burgraff. A mí me funciona.

Sinretorno dijo...

D. Enrique, me toma al egabrense para reforzar sus tesis latínicas, pero ni me deja un comentario en mi foto; es usted mi amigo o es un amigo "por libre"?. Estoy dolido en mi orgullo. Así.Estoy hecho un tipito.