El Viernes de Dolores ha desaparecido de la liturgia, y la fiesta se ha trasladado al 15 de septiempre; ¿pero quién convence a las Lolas de que hoy no es su santo?
Además, estaba muy bien este recuerdo de los dolores de María Santísima en vísperas de la Semana de Pasión.
Dicen que es de sabios cambiar de opinión. Y como la Iglesia es muy sabia, a lo mejor rectifica cualquier día. O no, ya veremos.
En cualquier caso, aprovecho la ocasión para recomendar un archivo de audio con la grabación íntegra del Via Crucis de San Josemaría Escrivá. Lo ha realizado Beta films y está espléndidamente leído por dos locutores profesionales. Creo que a todos nos vendrá bien oírlo y rezar un poco contemplando esas escenas de la Pasión del Señor a las puertas ya de la Semana Santa.
Haced click aquí.
6 comentarios:
D. Enrique tiene razón, a mi no me convencen. Encomiéndenos a las Lolas que que nos resistimos a mover el santo.
El audio del Via Crucis está genial!
Ay! qué tengo que felicitar a mi cuñada!
Esto del audio es estupendo!. Muchísimas gracias
Gracias por el audio, D.Enrique. ¿No tendrá también, por casualidad, el rosario? Me vendría de lujo, ni se imagina cuánto...
La tercera edición del misal romano (todavía no traducido al castellano) ofrece una oración colecta alternativa que hace referencia a Nuestra Señora de los Dolores. Se mantiene el recuerdo de los dolores de la Virgen, pero no se transforma en fiesta para no interrumpir el tono penitente de la Cuaresma.
José Escudero
Este crucifijo del Cristo vivo me trae muy buenos recuerdos. Invita a orar. Cúantos milagros interiores habrán visto esos ojos...
Sunsi
Mi hermano pequeño, cuando le tocaba el turno de hacer la Primera Comunión, no era especialmente piadoso. Mis padres le llevaron a Torreciudad a pedir de la Virgen el don de Piedad para este hijo. Al entrar en la capilla del Cristo se quedó impresionado, diciendo "Me está mirando". En el camino de vuelta además de desayunar comer y cenar calamares a la romana, les puso a rezar un rosario detras de otro.... e hizo la Primera Comunión con toda piedad, al menos con la que tiene un niño de 8 años.
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