Hay pocos manuscritos del Adoro te devote anteriores a la invención de la imprenta y no todos son plenamente concordes. A mí me gusta le edición crítica que elaboró Wilmart, cuyo final es algo distinto del tradicional. Dice así:
Iesu, quem velatum nunc aspicio,
Quando fiet illud qud tam cupio
Ut, te revelata cernens facie,
Visu sim beatus tuae gloriae? Amen.
"Jesús, a quien ahora veo escondido, ¡Cuando ocurrirá lo que tanto deseo, que al mirar tu rostro ya descubierto, sea yo feliz viendo tu gloria! Amén."
El rostro de Cristo
Al hablar del rostro de Cristo no pienso tanto en la belleza de tus facciones como en la fuerza de tu mirada, en la luz de esos ojos que siempre han buscado los santos. Vultum tuum Domine requiram!, repetía con palabras del salmo 26 San Josemaría Escrivá.
Yo también quiero ver tu mirada, Señor. Quiero enfrentarme a ella y descubrir el amor que me entregas cada día, en cada instante.
Pero también tu mirada se oculta: latens Deitas. Mirada escondida.
Ya sé que puedo ver tu rostro velado en los ojos transparentes de los niños, en las pupilas traslúcidas de los ancianos, en el gesto aterrorizado de los perseguidos, de las mujeres maltratadas, de los torturados, de los condenados a muerte.
Sé que te escondes de nuevo para que te descubra en la mirada suplicante de los mendigos, en los ojos turbios de los alcohólicos o de los toxicómanos. Quieres que no olvide nunca que la mirada de Dios es la me hiere desde lo alto de la cruz.
Pero llegará un día en que tus ojos y mis ojos se enfrentarán desnudamente. Tu mirada de fuego abrasará las escamas que me impiden verte, Y desaparecerá toda falsedad, toda la roña que he ido acumulando en mi vida. Será un encuentro doloroso y feliz; el poder santo de tu amor me penetrará como una llama, permitiéndome ser por fin totalmente tuyo.
Vultum tuum, Domine, requiram!
10 comentarios:
Precioso comentario don Enrique.Yo también quiero ver el rostro de Jesús cara a cara y derretirme de amor...Pero mientras, intento buscarlo detrás de las personas que me rodean, que los acontecimientos de cada día, aunque a veces cueste...
Quiero quererte más Señor, quítame la ceguera que a menuda afecta a mis ojos.
Gracias don Enrique por 11 hermosas reflexiones que nos regaló en estos Jueves Eucarísticos. Con todos los créditos correspondientes, me tomé la libertad de compartirlos en mi comunidad. Felices Pascuas de Resurrección!
Diana Vázquez
Voy a hacer una entrada sobre Santo Tomás y ñle voy a enlazar la carpeta entera, para que la gente se entere de lo que vale un peine.
Gracias por ayudarme a rezar.
Gracias, cuánta belleza. Estas palabras suyas me recuerdan el final de la Spe Salvi, cuando el Papa habla de ese fuego purificador y doloroso, que nos quitará de encima todas las inmundicias el día del Juicio Particular, cuando Cristo nos taladre con su mirada de Amor.
¡Mil Gracias D. Enrique por todo!
Bien visto, Verónica: yo también pensaba en esa encíclica cuando loescribí
Sta Teresa de Jesús, hablando sobre los que querían ver a Dios de cerca, comentaba que "teniendole tan verdaderamente en el Santísimo sacramento como entonce ¿Qué más se les daba?"
Me corrijo: Sta Teresa se refería a los que hubieran querido vivir en tiempos de Jesus.
La Madre Teresa hablaba de "Jesus in disguise" o "Jesus in a disturbing disguise".
Y esa variante del Adoro Te Devote es formidable. Pero el verbo debe ser sitio, que no sólo rima con aspicio sino que es un eco del "sitio!" del Señor (que de forma tan especial resonó también en el alma de la Madre Teresa)
Quando fiet illud quod tam sitio?
Expresa una impaciencia muy del hombre actual.
Va con retraso, pero es q he descubierto el blog ayer.
esta entrada me ha recordado este enlace
http://www.youtube.com/watch?v=nwHPESxwMdg
Mirada (mientras encuentro otro pseudonimo)
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