martes, 11 de mayo de 2010

Famosos en mi acera


Si es que no tengo suerte: precisamente hoy, cuando ya he decidido cambiar de peluquería porque se me jubiló Antonio, mi esquilador de cabecera, al pasar junto a la entrada del establecimiento, veo que salen dos clientes famosos: Sergio Ramos y otro que no identifico, pero que, sin duda es también del Madrid. Entran en un cochazo de esos que parecen camiones de lujo y salen de estampida.

A mi lado, un chaval de quince años o así, exclama:

-¡Qué fuerte!

Como el muchacho está sólo y yo soy el más cercano, supongo que habla conmigo. Le pregunto:

-¿Con quien va Sergio Ramos?

-Con Xabi Alonso. Qué fuerte...

Fuerte o no, decido hacerme el tonto:

¿Alonso? ¿el de Ferrari?

El chaval me responde muy correctamente que son dos alonsos diferentes.

Unos metros más adelante me cruzo con una actriz superconocida incluso por mí, que camina muy deprisa entre los alaridos de un grupo de machos ibéricos vociferantes. No me atrevo a decir su nombre. No sea que meta la pata otra vez.

Antes de llegar a mi destino, frente al Hotel Lagasca, aún veo a otra famosa rodeada de mirones.

-¿Y ésa quién es?

-Estuvo en "Gran hermano" hace mucho...

No sé si podré reponerme de tantas emociones.


13 comentarios:

Isa dijo...

¡Qué chulo! no por las actrices ni famosillas, ¡¡sino por los futbolistas!! qué ilusión me hubiera hecho...

Dani Morcillo dijo...

Vaya, ¿Y nadie se emocionó por verle a usted? ;o)

Bernardo dijo...

Tiene gracia la palabra "famoso" como sustantivo.

Un famoso se balanceaba sobre la tela de una araña, y como veía que por la tele salía, fue a llamar a otro famoso.

Andrés dijo...

Lo que pasa es que los famosos le buscan a usted, y cuando los detectan salen corriendo..

Si pasa por La Finca verá que todos los famosos le saludan.

Un saludo (de un desconocido...o no tanto)

Una "famosa" dijo...

Como casi todo en esta vida, requiere paciencia. Más o menos en 100 años o así, nos veremos todos en el mismo sitio , así que a mi no me parece para tanto. Pensandolo mejor a lo mejor no vamos todos para el mismo lado, depende con que gracia hemos llevado la fama.
A mi me pasa lo contrario, cuando veo un sacerdote por el centro hablando con alguien, pego la oreja por si es D.Enrique el de Pensar por libre , para saludarle. Como ve, el mundo al revés.

marinero dijo...

Hombre, para ese tipo de famas habrá que esperar bastante menos de 100 años. Cuando los jugadores de fútbol lleven algún tiempo retirados, y los "famosos" y "famosas" de turno una temporadita sin salir en la tele, podrán pasearse tranquilamente sin que nadie repare en ellos. Sic transit gloria mundi!

Patri dijo...

Y ¿a mi no me vió? Jejejeje

Papathoma dijo...

Qué bien se lo pasan en Madrid... Aquílos famosos de provincias(Z.P. por ejemplo)son de andar por casa: los conoces porque tu primo estudió en el mismo colegio privado, sus hijas iban al mismo cole -también privado- que las niñas de tu amiga, con Sonsoles te encontrabas por el centro y una de tus mejores amigas inició con él aquél famoso grupo reformista dentro del partido. Entonces ya no te parecen tan "famosos" e incluso alucinas un poco cuando ves escenas como ésta: sra. Presidenta de una institución pública provincial saliendo de una tienda de comprar algo, se acerca al super-coche-oficial parado justo enfrente...y espera a que el chófer salga y le abra la puerta!!!! (No, no iba cargada ni mucho menos, pero supongo que el cargo es el cargo... uf...si dentro de dos días volverá a estar entre el común de los mortales...)

yomisma dijo...

Espero que no le cortaran el pelo cono a los futboleros....

Anónimo dijo...

¿Y eso que Vd., no va al Rocío el día 23 ...

Arturo Perez dijo...

Estoy de acuerdo con Dani Morcillo, la emoción, la verdadera,

hubiera sido encontrarse con usted por la acera.

Hasta me ha salido un verso.

(Ntra. Sra. de Fátima-1 dia)

Bernardo dijo...

A ver si vamos a terminar compartiendo peluquero, que ya somos tres generaciones cortándonos el pelo en el mismo sitio.

Anónimo dijo...

Los "famosos" son unos mantenidos de la sociedad. Lo peligroso es que muchos de ellos son modelos de valores negativos que nos perjudican a todos, pero, sobe todo, a los más jóvenes, que son los más permeables. AC