Leo en el periódico que ha vuelto la primavera, pero no me explican de dónde. ¿Es que se había marchado de vacaciones? ¿Se la llevaron al Sur las aves migratorias y regresa ahora con ellas? ¿Dónde pasó el invierno esta primavera errante?
Yo creo que nos engañan. La primavera no se fue; murió hace nueve meses y su alma se quedó aquí mismo, oculta en las raíces sombrías de los chopos, en la nieve de las cumbres que ahora galopa monte abajo y se reparte en docenas de arroyos para bañar los campos. La primavera nace y renace siempre nueva, sin memoria de sí misma. Ella sabe que no estuvo aquí antes, que es una recién nacida. Todo se estrena en mayo: las flores de los almendros del jardín, el verde luminoso de las hojas nacientes, la luz nítida del campo… El regato que canta caudaloso entre las rocas junto a la ermita de la Virgen no es el mismo de hace un instante. Ya lo dijo Heráclito: el martín pescador no pescará dos veces en el mismo río.
Las aves sí son viejas. Regresan del Sur y recuerdan muy bien dónde dejaron el nido en que nacieron. Ya han llegado los abejarucos que vuelan haciendo sonar en el cielo su coro de violines tremolantes. He visto a los fieros alcaudones afilar sus armas y he oído al anochecer el maullido de una oropéndola que no quiere dejarse ver.
Regreso a Madrid. Ha terminado el curso de retiro, y me quedo con unas palabras del Apocalipsis que son una promesa de Dios para los que alguna vez hemos pensado que nuestras miserias son viejas y recurrentes como los pájaros migratorios y que es imposible volver a empezar. Ecce nova facio omnia!, dice rotundamente el texto latino: “yo renuevo todas las cosas”. El Señor nos asegura que su Gracia estrena una primavera en el alma, con tal de que nos dejemos amar y perdonar por Él.
Ha descendido bruscamente la temperatura. Por un momento parece como si la primavera se replegara a sus cuarteles de invierno; pero es sólo una ilusión. Mañana o pasado cantarán otra vez los ruiseñores.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
martes, 4 de mayo de 2010
Vuelvo a casa
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6 comentarios:
Bienvenido (o bienvuelto o bienregresado) al mundo real... por aquí sólo se renuevan las tasas de paro... si uno se fía de los telediarios y además no es del barsa, esto parece el reinado de la tristeza.
¡Bienvenido! pues sí, parece que la primavera se resiste a salir...aquí en el Levante estamos hoy heladicos.
Me encanta esa frase del Apocalipsis, me ayuda a seguir adelante y a no desanimarme por mis muchas miserias.
Bienvenido a casa. Ya ve que D. Alfonso nos ha cuidado bien en su ausencia y nos ha puesto a rezar: Kloster hizo un buen fichaje!
Me alegro un montón de haberme equivocado (pensé en la debacle de un globo sin capitán dirigiéndolo)y me encanta que haya vuelto renovado, descansado y poeta.
La primavera aquí en vez de nacer, crecer y reproducirse, aparece como una loca: un Lunes estamos con abrigos en el partido de baseball de los pequeños, y el Jueves dormimos con las ventanas abiertas y encima de la cama... Ya lo ha dicho mi hija Laura: por que estamos al principio de la primavera, y nos parece que es verano?
Ojalá pudiera mandarle por Internet el olor del lilo del jardín, que se mete por todos lados.... Delicioso!
¡Bienvenido!
El retiro es el "Renovatio" de cada año.
Yo,del Apocalipsis me quedo(además del: " Signum magnum aparuit in caelo mulier amicta sole et luna sub pedibus eius et in capite eius corona stellarum duodecim...") con el versículo:"7,9 post haec vidi turbam magnam quam dinumerare nemo poterat ex omnibus gentibus et tribubus et populis et linguis stantes ante thronum et in conspectu agni amicti stolas albas et palmae in manibus eorum"
Un saludo
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