domingo, 9 de enero de 2011

Mentiras telefónicas


El regreso a Madrid es un poco más complicado que otras veces. Camino de Santander, me detengo a repostar en un área de servicio. En la cafetería, una chica de menos de treinta años, habla sin puntos ni comas y con voz poderosa por su teléfono móvil. Me pregunto cómo puede meter baza su interlocutor.
―No, no, no, no…, repite de pronto. Todavía estoy en Málaga. Ya te diré.
Nos miramos con asombro los demás clientes. Un chaval imita el acento andaluz con éxito regular:
―Quiyo, ¿cuánto ze debe aquí…?
La chica lo fusila con la mirada.

PD. A todo esto, mi teléfono no funciona. Supongo que cuando me lo arreglen en Madrid, encontraré dos docenas de llamadas perdidas

6 comentarios:

Isa dijo...

¡Ja ja ja! Las mentiras nunca acaban bien...luego todo se sabe.

Anónimo dijo...

Es que, Málaga y Santander están muy próximos. Depende de la escala del mapa y uno se puede despistar. Además son dos ciudades con mar. En fín, que es fácil equivocarse.
o ¿no?

Pierre Nodoyuna dijo...

Bueno, es que hay gente que se desorientaucho....

marisa dijo...

marisa
D. Enrique: ¿se ha fijado en el atuendo que lleva la mujer de la foto? ¿Qué mentiras telefónicas estará contando ésa? Seguramente que se ha comprado el último modelito. ¡ja ja ja!

Bernardo dijo...

No querría yo juzgar... a saber si la mujer está huyendo de un gran peligro.

c3po dijo...

Pero, hombre de Dios! Qué cosas tiene Vd. Teniendo en cuenta que (como todo el mundo sabe) San Sebastián es uno de los barrios más bonitos de Bilbao, no es descabelldo pensar que Málaga llegue hasta Santander.