Al final del segundo día del curso de retiro he hablado del Cielo. Ya casi no me da vergüenza fantasear sobre la vida eterna. Comprendo que me quedo corto, porque Dios no se dejará ganar por mi pobre imaginación.
Además ayer recibí un e-mail de una habitual colaboradora del globo, que viene muy a cuento. Dice así:
Hoy
he salido de guardia en esa especie de Nirvana que me sucede cuando estoy muy,
muy cansada, y se me ha ocurrido pensar que la misa se parece a un niño pequeño que va a
esperar a su padre al aeropuerto.
En
la consagración, el papá llega al otro lado de la cristalera. Espera
para recoger el equipaje.
Y
tú, pequeñito, no puedes contener tu alegría de verle a través del cristal. Y
le saludas con la mano.
Y
cuando por fin cruza esa puerta, y vas a
comulgar y le recibes, es como ese abrazo en
el que papá te levanta en alto y te aprieta muy fuerte y tu apoyas la
cabeza en su pecho y te sientes por fin a salvo.
Nuestra
amiga habla del abrazo de Jesús en Comunión. Y yo añado que ese abrazo es sólo
un anticipo del que recibiremos en Cielo.
La
Eucaristía es "prenda" de vida Eterna. Lo dijo el mismo Cristo:
—El
que come mi carne y bebe mi sangre tiene la Vida Eterna y yo le resucitaré en
el último día.
11 comentarios:
Qué bonito, me encanta.
Muchas gracias.
Sería a eso a lo que se refería San Juan Bosco cuando decía "un trozo de Paraíso lo suple todo"...
Que ganas!! Esperemos que un día nos celebren el 1 de noviembre!!!
Gracias
Qué preciosidad! Me ha encantado, muchas gracias por compartirlo!
Q bien explicado!!! Pq ha vuelto el robot para entrar en el globo?
14420Siento envidia de dos cosas: de la imagen tan gráfica del niño que espera y de ese niño feliz e impaciente... Gracias por compartirlo
Gracias Colaboradora habitual del globo.
Sigue con tus aportaciones porfa, que cada vez que las haces nos das que pensar muuuuucho.
Por cierto, D.Henry veo que debe estar con varones. Como no ha dicho nada de la falta de silencio .... ;)
Gracias...
Yo, sin embargo tengo la experiencia siempre de estar deseando ardientemente comulgar, y cuando llega el momento...nada,no me mueve nada!!!
SONETO A CRISTO CRUCIFICADO
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
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