¡Quién me ha regalado este tesoro?
Nada menos que las obras completas (por ahora) de Miguel d’Ors. Estaban sobre mi mesa cuando regrese de La Acebeda ayer por la mañana. Sin tarjeta, sin remite, sólo con una octavilla escrita a mano que decía: “disfrute de este regalo. Un beso enorme”.
El beso virtual “enorme” es una pista. Supongo que el regalo viene de una mujer que me conoce bien. Sabe que Miguel d’Ors es el número 1 de mi olimpo poético. Ahora, al recibir 600 páginas de poemas del más grande no sé si seré capaz de leer otra cosa en los próximos meses.
¿Cómo y a quién deberé dar las gracias? ¡Da la cara, querida y generosa donante! No le diré a nadie que fuiste tú, o, si lo prefieres, lo proclamaré al mundo entero. ¿Te conformas con mi gratitud o quieres algo de mí? ¿Es un intento de cohecho?
Por si acaso me apresuro a rendirme a tus pies. Muchísimas gracias.
5 comentarios:
Un buen regalo. Desde luego. Un libro. ¡Más de 2000 poesías! ¡Caray! Me gustaría conseguir ese ejemplar. Otro quiero decir. En la librería de Guille. Q.E P descanse. Hace poco se nos fue al cielo. De seguro porque era un hombre buenísimo. De mirada azul. y profunda. Ahora se ha hecho cargo del negocio Guillermo hijo. Si le pides algo y no lo tienen lo encargan. Y si es tan bueno yo también lo quiero. Para eso soy poeta. Tengo mucho que aprender. No tuve maestro en eso. Escribo de lo que me brota. Ya os dije que el otro día en el Certamen la gente presentaba lo que iba a declamar. Yo simplemente me presenté y al decir la primera me preguntan: ¿Quien es el autor? -Yo. Les dije la poesía no vende. Se regala. Y alguien añadió. Se comparte. Pues eso. Que la disfrute. Adiosle
Al fin me enteré de la identidad del donante, que prefiere no revelar su nombre. Daré alguna pista: es “donanta”, por utilizar un palabro políticamente correcto; es muy conocida y lo será cada día más. Es una excelente madre de familia, y para mí ha sido una sorpresa que le guste la poesía.
Muchas gracias.
Gran regalo y exquisita manera de hacerlo.
Pues el regalo de la donanta me ha inspirado.... He creído recordar que me debía un regalo a mi misma y he procedido a solucionar la deuda. Había leído a Miguel D’Ors siempre en la red, rebuscando poemas por páginas diversas. Más de una vez he querido comprar alguno de sus libros, pero como soy una ignorante, no sabia por dónde empezar. Este volumen me lo ha puesto fácil.
Una vez amenacé en casa con escribir en la pared del recibidor y la escalera “Esposa”. Mis hijos me miraron como si estuviera como una cabra. Igualito que me miran hoy cuando me ven emocionada con mi libro, asomando a ratos alguna lágrima, incluso...
Cuánta belleza...!
Yo no he leído nada de Miguel D'Ors, lo confieso, pero me están entrando unas ganas...
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