jueves, 23 de octubre de 2014

El pequeño Nicolás

No me pidáis que hable de "el pequeño Nicolás" y mucho menos que le afee su más que reprobable conducta. El caradura más famoso de la década es una metáfora viva, un personaje de opereta, un prestidigitador admirable y un vendedor de humo que merece mi aplauso sincero y entusiasta.
De acuerdo, está muy mal eso de engañar al personal haciéndose pasar por otro para colarse en bodas, bautizos, besamanos, asambleas y consejos de administración; pero reconoced que lo que ha indignado a las presuntas víctimas no es que Nicolás mintiera sobre su condición (quien más, quien menos, casi todos hacen lo mismo), sino que las pusiera en evidencia. El muchacho, con su carita de ángel renacentista, ha demostrado que, detrás de las fachadas más solemnes, muchas veces solo hay aire y encima contaminado.
Por cierto, su aventura no es nueva. Está descrita con gran maestría por Jacinto Benavente en "Los intereses creados". Os recuerdo el argumento:
Crispín, un caradura dotado de gran facundia, y Leandro, su apuesto y silencioso cómplice, llegan a una ciudad tranquila y confiada sin un duro en el bolsillo ni oficio con que ganarlo. Crispín se hace pasar por criado de Leandro, a quien presenta como hombre culto, generoso y rico, dispuesto siempre a hacer favores. De esta forma entran a formar parte de la alta sociedad y crean una tupida red de intereses en torno a sus personas. La historia acaba bien, con boda y todo, y, aunque al final se descubre el engaño, los estafados lo ocultarán cuidadosamente para salvar sus "intereses creados".
Al término de la función, el público aplaude a rabiar. A nadie se le ocurre censurar a los embaucadores, porque al ingenio se le perdona casi todo.
Querido Francisco Nicolás, carita de ángel, mentiroso diplomado con balcones a la plaza, si necesitas un jurista para defender tu causa, no dudes en llamarme; casi estoy dispuesto a colegiarme de nuevo en Madrid. Alquilaré una toga de segunda mano y triunfaremos juntos sobre todo si nos conceden un jurado popular.
Me han dicho que hace unos días lloraste en presencia del fiscal. Perfecto. Sigue cultivando ese arte y llorarán todos en la sala.
(Sin embargo, permite que te diga en letra más pequeña que lo que hiciste está muy, pero que muy feo. Que no vuelva ocurrir. O te irás a la cama sin cenar).

14 comentarios:

Tumismo dijo...

A lo siento no comparto para nada lo que dice,el niño parece tonto pero si le dejan hace relojes.Vaya pais de pacotilla.

Anónimo dijo...

Lo mejor, la letra pequeña, jajaja.

c3po dijo...

No me diga que el sujeto en cuestión no le trae recuerdos romanos ��
Y ya que estamos: Cada vez que publico un comentario ¡¡tengo que demostrar que no soy un robot!!

Hexamamá dijo...

Si yo fuera periodista, le habría apodado "El Marqués de Carabás".

O.Dulapa dijo...

Hoy mientras me enteraba de lo que había pasado y oía quiénes eran algunos de los estafados, recordé aquello de "quien roba a un ladrón..."
Levantará ampollas con su entrada de hoy -y no digamos ya con la letra pequeña-. Pero qué quiere que le diga...daba algo por ver ese juicio con ud representándole y con un jurado popular. (Y más, después de oír las declaraciones de su vecina octogenaria)

Enrique Monasterio dijo...

Oye, C3po. Estoy pensando escribirte un largo e-mail para mi sección de MC. Espero que no te importe que te ponga como ejemplo de obediencia.Un buen robot es el único modelo que he encontrado para hablar de esta virtud

Almudena dijo...

A mi me encanta lo de este chico. Deja un montón de cosas en evidencia... Lo que más me asombra es que en las primeras noticias dijeran que tenía un grave problema mental. No sé... nunca acabo de saber si estoy dentro o fuera del manicomio

Ourense San Francisco dijo...

Don Enrique: no se colegie usted que "la profesión" está llena de nicolasines -sucedáneos de pequeño Nicolás- y se pasan unos malos ratos "que pa que"...

c3po dijo...

Fiat! :-)

Enrique Monasterio dijo...

"Fiat", en boca de un robot, no es un verbo latino sino una marca de coches

Sinretorno dijo...

me apasiona el pequeño Nicolás y nosabíalo de losintereses creados, gracias Maestro !!

http://caraacara.blogspot.com.es/2014/10/el-pequeno-nicolas-el-espanol.html

Sinretorno dijo...

a mí no me parece robot, gracias a Dios.....

Amalia dijo...

A mí el pequeño Nicolás me tiene cautivada, yo le hacía ministro o algo... No sé, presidente de mi comunidad de vecinos por lo menos, q artista!! Estoy 100% de acuerdo con Don Enrique!

Fernando Q. dijo...

aquí quien sale mal parada es la sociedad tontuna que espera alcanzar prebendas a través de influencias. Alguien debería recordarnos siempre que las prebendas son efímeras, como nuestro tiempo, y que las cosas se ganan trabajando, no por ser amigo de...

Yo también reconozco el ingenio, y al Nicolás este no le falta. Pero aquí hay algo más, y eso gusta menos.

No me riña don Enrique. Simplemente me incomoda todo esto. Es injusto para todo aquel que ofrece el duro trabajo al Señor a diario para llevar a su familia adelante. Estamos hartos de este sistema de influencias económico-políticas. (Jo, parezco Pablemos, que horror..)
Feliz Sábado.