Montecassino, reconstruido
Son las siete y media de la mañana. Acabo de rezar una parte de la Liturgia de las Horas y he salido al jardín para tomar la fresca con los pájaros antes de predicar la meditación de la mañana. A las 8,30 hablaré a veinticuatro mujeres sobre la Eucaristía. Media hora después les celebraré la Santa Misa. Hasta aquí, todo normal y corriente. He madrugado más de lo razonable porque me gusta ver a las oropéndolas, que se concentran a estas horas y alborotan con su extraño canto aflautado mientras toman el desayuno.
Hoy es San Benito, Patrón de Europa, aunque me temo que nuestros amados líderes de la Unión Europea lo ignoren. Es posible que la mayoría ni siquiera hayan oído hablar de este santo monje ni de la Abadía de Montecassino, que fue destruida en la segunda guerra mundial por las fuerzas aliadas. Fue un bombardeo atroz en el corazón de Europa.
Después de desayunar me echaré los prismáticos al cuello y, vestido de ornitólogo, saldré a dar un paseo no muy lejos de la casa. Hoy tenemos excursión. Por eso me apresuro a redactar estas líneas. Estoy impaciente. Me sigue apasionando la búsqueda de las aves rapaces que he visto cien veces: el águila imperial, el buitre negro, los alimoches, recién llegados de África…
Esta noche he soñado con un quebrantahuesos. Tendré que contárselo a mi pediatra.
3 comentarios:
Jejejejeje que tenga un buen día.de excursión no sé sí como dice el pediatra tendrá solución a sú sueño,igual lo ve un poquito mayor de cuerpo qué no de alma.. Saludos
Hoy, en la oración de la mañana también he estado meditando sobre san Benito y sobre los patronos de Europa. Tiene al menos 6, 3 hombres (san Benito, san Cirilo y san Metodio) y 3 mujeres (santa Teresa Benedicta de la Cruz, santa Brígida de Suecia y santa Catalina de Siena) y ni por esas. Aunque no sabemos cómo estaríamos sin su ayuda.
Hoy he oído en la radio que ha muerto en Francia (han matado de hambre y sed) Vincent Lambert, un hombre que llevaba 10 años en estado semi-vegetativo. Sus padres lucharon por su vida, pero un tribunal ha decidido que es mejor que se muera. ¡Descanse en paz y que Dios les perdone!
Yo fui ayer otra vez a Laguna y volví medio tristona, medio contenta. Bueno, más contenta que tristona porque hay gente tan tan buena cuidando de los enfermos y los ancianos.
Una tontería que se me ocurre últimamente: a mi madre la enterramos vestida, entre otras ropas, con una toquilla que a ella le gustaba mucho porque la había tejido ella misma. Pues me ha dado por pensar que, aunque ahora se haya deshecho y podrido, cuando resucite en el último día, ya tendrá su toquilla como nueva por toda la eternidad. Luego me digo ¡qué tonta eres hija, como si fuera a importar una toquilla!, pero me hace ilusión.
Hola! Mi gente también se fue de excursión. Ya en el desayuno sacamos las vituallas, provisiones como para perderse tres días; cosa que dudo. Porque parece que se encuentran bien aquí y más si supieran la cena que les espera. Yo después de un merecido descanso. Pasaré algo al disco duro. Aunque el mejor es la mollera. la otra noche volví a escribir algo o a leer a santo Tomas de Aquino. Por cierto busque algo de Montecasino porque recordaba que el Papa Benedicto había ido a rezar allí por la paz y los caídos. La abadía fue destruida por los aliados en una batalla sangrienta. Se pensaban que allí se refugiaban. Como para fiarse. Me contaron que en mi pueblo como en muchos en una pared fuera de la iglesia estaba la cruz con nombres de algunos caídos y la mandaron quitar porque caídos realmente había de los dos bandos. Yo no soy quien para opinar. Mi padre decía que aunque fue una persecución religiosa. También es verdad que fue una guerra entre hermanos. Pese a todo estamos en las mismas divididos, solo que de momento solo va de palabra. Ah! Y mientras solo sueñe con el quebrantahuesos y no con Jak el estripador. Yo casi nunca me acuerdo. Adiosle
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