sábado, 15 de diciembre de 2007

El belén que puso Dios, 3


Y vio que era estupendo


Para Yahvé, aquel interminable arenal de estrellas recién creado seguía siendo tan pequeño como la brizna de polvo de donde procedía. Así que no tardó mucho en recorrerlo, penetrando con su mirada hasta el último átomo del universo.

—Has crecido mucho, le dijo. ¡Quién iba a pensar que, en unos pocos millones de años, alcanzarías todo el espacio que te presté! ¿Y de dónde has recibido tanta belleza?

—De tu mirada —respondieron las criaturas—.

Es verdad: os miro con buenos ojos y seréis un gran decorado para mi Navidad.

Todo en vosotras es bueno:
la luz, las aguas del mar y de los ríos,
la tierra,
el calor del verano, la nieve, el granizo, el aroma del campo,
el estallido de la primavera, el placer de los sentidos,
el cansancio del otoño...
No es raro que tengáis tanta hermosura,
pues yo os la voy prestando cuando os veo.
Pero debéis prepararos para ser aún más bellas.
Cuando mi Hijo nazca, os tocará con sus manos,
os mirará con sus ojos grandes y asombrados de niño,
y endiosará lo que vea y aun la misma mirada con que os mire.
Serán divinas las lágrimas de los recién nacidos,
los pañales sucios y los pañales limpios,
los juegos, las carreras,
los cuentos de risa y los cuentos de miedo.
Y los besos de las madres los daré yo.
Y endiosaré el sudor del trabajo, y ya nunca será un castigo,
porque también mi Hijo lo padecerá.
Y cuando Jesús cante al compás del martillo y de la sierra,
también serán divinas las canciones.

Entonces Yahvé miró a una pequeña hierba que acababa de nacer sobre la tierra. Nadie se había fijado en ella; pero la tomó en la mano, y fue desgranando poco a poco su semilla. Así nació, grande como el mar, el primer trigal. Y Dios mandó un viento suave que lo acunase, para que los rayos del sol encendieran en oro todas las espigas. Y añadió:

—Tú también vas a tener un lugar importante en mi Belén. Desde hoy serás la reina de las plantas, la más importante de la tierra. Tus cultivos llegarán a los cinco continentes. Tu harina blanqueará las manos de las mujeres —también las de mi Madre—, y saciará a los hambrientos, a las aves, a los poetas y a los pintores. Vas a llenar el mundo de molinos, y la literatura de metáforas. A veces te llamarás trigo, y a veces pan: casi es lo mismo. Los hombres me pedirán millones de veces tenerte cada día. Mi hijo te multiplicará en la montaña... ¡Ay, si todos quisieran hacer lo mismo —repartirte a manos llenas—...!

Yahvé, entonces, hizo una pausa. El trigal, estremecido por la brisa, parecía escuchar la voz de su Dios.

—Pero eso no es todo. Muy pronto mi Hijo te tomará en sus manos, te hablará con palabras que nunca hasta entonces habrás escuchado, y te vaciará de ti mismo: seguirás siendo alimento, pero ya no te llamarás pan: prestarás tu color, tu sabor y tu figura para esconder el Cuerpo, la Sangre, el alma y la divinidad de Jesús.

En el cielo, sobre el campo de trigo, Dios hizo sonar los timbales del trueno. Después del rayo, cayó en la tierra la primera lluvia. Los brotes, recién nacidos, parecieron ponerse de puntillas para beber el agua, soñando ya con ser espiga y pan.

Atardecía la tercera jornada de la creación. Yahvé volvió a mirarlo todo. Y vio que era estupendo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

D. Enrique, gracias x compartir su libro: "el Belén que puso Dios". Le quedó genial!!! Cuántos ejemplares se han vendido??? Imagino que puñados y puñados. Bunes fiestas!

P.S.: ¿al final que pasó con el blog de R.M.? He visto que lo ha quitado de los enlaces.

Enrique Monasterio dijo...

Parece que Ricardo suprimió su blog. Llevaba algún tiempo amagando...
No sé +.

Anónimo dijo...

Gracias D. Enrique. Si tiene oportunidad dígale a Ricardo que escribe muy bien.

Anónimo dijo...

Creía que Dios había puesto el belén pero ahí dice que lo usó. ¿?

Enrique Monasterio dijo...

Gracias, anónimo. Ya he corrijudo la errita

Anónimo dijo...

Hola a todos los blogueros,
he llegado a este blog por casualidad y la verdad es que me ha gustado...estoy en la oficina en un día tan raro para trabajar como el 24-D...así que navegando por la red de redes me he topado con esto (no se lo digais a mis jefes).
He decidido utilizar uno de sus textos para felicitar la Navidad a mis amigs, espero que no le importe D.Enrique, que con lo del Canon este de la cultura...
Muchas gracias por lo que escribe, creo que me voy a aficionar a este sitio...