martes, 22 de septiembre de 2009

Empieza el curso, sin mascarilla

Ya me han copiado la idea
Ahora ya puedo decir de verdad que se acabaron los preámbulos y ha empezado el curso. Como mi cole sólo es de bachillerato, aparecen de golpe cuatrocientos adolescentes de 16 y 17 años. La mitad aún no saben dónde se han metido y tienen un aire entre despistado y temeroso. La otra mitad son veteranos. Los primeros se agrupan según los colegios de donde proceden; los otros se saludan con entusiasmo y se cuentan las aventuras del verano.

Al llegar a la capellanía, me encuentro con un buen grupo de viejos conocidos que se dan los consabidos besuqueos de bienvenida.

—¿Sin mascarilla? —les digo—. A ver si me chivo a la ministra de la gripe.

Ana me explica de forma gráfica lo que piensa ella de la ministra y de la gripe A. Yo le propongo montar un negocio de mascarillas personalizadas, con dibujos alusivos, para venderlas a la entrada del colegio. Ella me sigue la broma:

—Vale, se las colocamos a los de primero.

Media hora después tengo la primera entrevista.

Es una chica de primero que habla por los codos. Me dice que piensa casarse a los 36 años.

—¿Y tu novio cuántos tendrá?

—Jo, es verdad; lo menos 40. ¡Qué horror!

Como digo, ha empezado el curso. Nos lo pasaremos bien.

6 comentarios:

GAZTELU dijo...

No me cabe la menor duda D.Enrique que usted se lo pasara bien entre adolescentes,es lo suyo,esta claro.
Estar cerca de la juventud aporta mucho a los que tenemos ya unos años,te hace estar al dia de lo que ocurre en nuestra sociedad.
Encomiendo su trabajo entre estos jovenes para que sea una fuente de sabios consejos.
GRACIAS

Historias del Metro dijo...

¿A los 36 para qué? Es una cifra muy concreta... Normalmente la gente cuando elige una cifra representativa elige múltiplos de 5.

Enrique Monasterio dijo...

Yo creo que dijo 36 porque ahora tiene 16. O sea, dentro de 20 años. Por otra parte, los adolescentes son siempre imprevisibles

ann dijo...

Trabajar con jovenes, es fantastico, uno se siente tambien joven, lo encomendare, que sea un buen año para
muchos jovenes, como decia nuestro queridisimo Papa: ¡ NO TENGAIS MIEDO!

Tambien he empezado unas platicas semanales con unas muchachas, son muy simpaticas, y se ven contentas, y es que en el fondo a todos nos gusta que nos muevan el alma, y la pongamos a trabajar.

Recen para que el grupo crezca.

Rosa dijo...

Al llegar a la capellanía, me encuentro con un buen grupo de viejos conocidos...

¿viejos conocidos de 17 y 18 años?... XD

Isa dijo...

Ya veo que no se aburre...¡jeje!
Yo me he estrenado como docente en un instituto de pueblo profundo y en tres días que llevo tengo miles de anécdotas graciosas que contar! jeje.