miércoles, 2 de septiembre de 2009

Oído en la calle


La madre tendría poco más de treinta años; el niño, seis o siete. Ella estaba en la terraza de un bar tomando un refresco. El crío jugaba enre las sillas con una niña de su edad. Hacía mucho calor.

—Jaime...

—Queeeeé

—Que te hidrates. Te tengo dicho que te hidrates.

—Vale.

El niño corrió hacia la mesa y se arreó un buen lingotazo de Coca-cola.

Supongo que, por la noche, la buena madre amonestará a su retoño para que no consuma carbohidratos y cuide se su colesterol.

4 comentarios:

Pierre Nodoyuna dijo...

Si es que nos hemos vuelto de un cursi que tira pa'tras

AleMamá dijo...

El chico aprenderá un amplio vocabulario médico.

Anónimo dijo...

Cultura televisiva...
Si pusiésemos tanto empeño en la salud imterior como en la exterior...otro gallo nos cantaría...supongo.

Bernardo dijo...

¿Seguro que dijo "que te hidrates"? ¿No sería algo así como "ketidrates"?