martes, 30 de julio de 2019

Los ángeles de Kenya


Hace dos años, Pati Llamas y María Piédrola fueron a Kenya por primera vez. Eran, y siguen siendo, dos chiquillas recién graduadas en el Centro Universitario Villanueva de Madrid. Imagino que cuando salieron rumbo a Nairobi sólo pensaban en pasar unas vacaciones diferentes; pero pronto comprendieron que aquella aventura no iba a ser un simple paréntesis en sus vidas.
Con una generosidad admirable se pusieron a trabajar para ayudar a los más necesitados de todos: a los cientos de niños kenianos, víctimas de la pobreza y del abandono de sus padres. 
Así nacieron "los ángeles de kenya", una asociación dedicada por entero al cuidado de esos niños. Buscad su página de facebook; entrad también en las de sus dos promotoras. Y dejaos ganar por su su alegría y por su sonrisa permanente. Ayudadlas, que se lo merecen y nos necesitan. Basta con ver las fotografías para comprender que ellas son los verdaderos ángeles de Kenya. Yo  me siento en deuda con la dos y rezo por su trabajo todos los días.
Pati es antigua alumna de Aldeafuente, el cole en el que trabajé durante 18 años. María estudió en Montealto, otro colegio de Fomento. Por Pati tengo una predilección especial desde que era muy pequeña. Soy algo así como su abuelo, ya que Lupe, su madre, también fue alumna mía. Las dos me tienen comido el coco, aunque me esfuerce en disimularlo.



Pati 

3 comentarios:

Antuán dijo...

Admiro la labor que hacer lo/as voluntarias en tantos sitios. Yo no he tenido ocasión de ir muy lejos pero desde siempre pude ejercerla con pequeños y grandes. En el pueblo recuerdo que en mi calle que no siendo muy larga había muchos niños niños y antes de tener huerta mi padre consiguió un terreno en una fabrica de licores donde nos regalaban de fresa y limón y unas botellitas de cristal. Con eso organizábamos para la pequeña vecindad unos teatrillos de verano. Y con mi madre acompañaba a visitar a algún enfermo al hospital o mi hermano y yo a familiares. Esa costumbre me llevo a seguir visitando a ancianos y familias. No hay que irse muy lejos para descubrirlo. Aunque es una aventura y es bueno que se sepa. Esta mañana cantó el abuelo fue picador. Ahora me voy a la Santa Misa. Que tengáis un buen día. Adiosle-pido

Romano dijo...

Gran trabajo de formación entusiasta el de Aldeafuente. De sus profesoras y de su capellán.
A veces se flojeaba en matemáticas, pero no en la formación humana de las niñas. Y los frutos son extraordinarios. Este, de matrícula de honor.

Isabel dijo...
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