lunes, 3 de diciembre de 2007

9 poemas para una Novena (IV)

He aquí un poema del gran Joaquín Antonio Peñalosa, uno de mis poetas de cabecera. De su "Diario del Padre eterno" tomé la idea central de mi primer libro, "El Belén que puso Dios". Peñalosa vivía en México y, aunque hizo algunos viajes a España, nunca nos vimos; pero nos carteamos desde 1995, hasta su muerte en 1999. Fue un gran sacerdote, ante todo sacerdote, y también un gran poeta lleno de ternura y de sentido del humor


“El burrito pide posada”


Si pudiera hablar mi lengua, si fuera tan orgulloso,
yo que apenas un burrito, perdido en la milpa, solo…

Hoy me han cargado una carga con un rosal y una rosa:
nunca tuviera mi lomo menos peso y más aroma.

Adelante iba José arreando yuntas de sombras,
atrás ángeles-espejos anticipaban la aurora.

Y arriba sobre mi espalda, luz de luz, rosa de rosa,
Dios escondido en la Virgen, hostia dentro en su custodia.

En la procesión nocturna mis patas eran las andas;
candeleros los maizales y el palio las nubes blancas.

Mi aliento era el incensario; mi hocico carbón en brasa.
Soy su servidor el burro que anduvo nueve jornadas.

Al filo de nieve y luna vengo pidiendo posada,
¿quién me renta una parcela para una Rosa en su Rama?




5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya decia Juan Pablo II que no se puede entender a la humanidad sin la poesía. Es parte del espíritu humano y nos conecta con Dios de manera especial. Gracias por hablarnos de la Navidad, y sobre todo del camino que aún os queda para llegar de una manera tan bonita.

Anónimo dijo...

Qué bonito poema y cuanto amor en el burrito.C.V

Anónimo dijo...

El reloj de hoy es acertadísimo y además tiene números como a mi me gusta.C.V

Cristian dijo...

No lo conocía... gracias padre por compartirlo. Bendiciones.

Ludmila Hribar dijo...

De verdad hermoso, lleno de sentido y de vida. Y el burrito encantador ;)