martes, 22 de julio de 2008

Un pingüino en mi habitación


Eran las diez menos cuarto de la noche y el aire de Madrid quemaba como un infierno. Al pasar por delante de la cafetería "De Pintxos", camino de casa, tuve que contenerme para no arrebatar a un anciano la cerveza que estaba a punto de consumir.

En ese momento tomé la decisión irrevocable de cerrar el blog hasta septiembre, o sea como la perfumería que me vende la espuma de afeitar: el calor, ya lo he dicho, me reseca las meninges. Y aseguran los que saben de esto que lo peor está por venir.

Eso pensaba..., hasta hace exactamente un cuarto de hora. He entrado en mi habitación (la más calurosa de todas) y me ha recibido una brisa de aire fresco como recién llegado del Edén y un runruneo electrónico y melodioso.

¡Un pingüino! Ha llegado un pingüino a mi cuarto y se ha posado en la ventana. Es un fantástico aparato que hace descender en picado la temperatura. ¿Será un regalo de cumpleaños? En todo caso el pájaro me ha devuelto la imaginación y el optimismo.

Me acuesto dando gracias a Dios y a la mano amiga que me trajo el refrigerio.

El único problema es ya no sé de qué quejarme. Con lo que me gusta...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No se si felicitarlo por lo del pingüino; personalmente prefiero los ventiladores, que sólo generan una brisa con el mismo aire del ambiente, así no hay peligro de pillar un catarro. Le aconsejo, aunque lo que apetece sea lo contrario, que no use su pingüino a "modo" Iglu de lo contrario lo veremos en agosto con bufanda y manta por encima o abrigo... y a un montón de pájaros piando de risa en su ventana!!! Sigo viendo su blogg en peligro, si antes por derretimiento de ideas, desde ayer por posible congelación!!!! ja, ja

Juanan dijo...

¡Viva el Pingüino, nuestro salvador!

Historias del Metro dijo...

Quejarse con sentido del humor y hacer pasar a los demás un buen rato es un estupendo ejercicio que, además de servir para desahogarse, muchos agradecemos :-)
Se puede usted quejar un rato de que a mí me han abandonado mis albañiles con la mitad de la casa en ruinas. Le presto el tema y compartimos "quejumbre". Se lo digo por si no encuentra otra cosa, esto mío da mucho juego...

Altea dijo...

Qué detalle, la visita del pingüino.
Yo quiero uno.

alejops dijo...

Qué susto, pensaba que nos iba a abandonar durante un mes y pico. Gracias, pingüino.