Llueve sobre Madrid, pero Juanito me espera junto al portal, calado hasta los huesos.
—Juanito, que te vas a resfriar!
—Yo estoy fuerte, padre. ¿Me das un euro?
Juanito, esquizofrénico confeso, sonríe siempre; pero a mí a veces me cuenta que está triste, porque vive solo y ninguna mujer quiere estar con él. Juanito, que aún no ha cumplido los cuarenta, dice que no quiere cumplirlos, que no quiere ser viejo, porque a los viejos "se los lleva la corriente". Este tipo de expresiones, vagamente sentenciosas y un poco líricas, son refranes que él mismo se inventa. Luego se ríe a carcajadas y, como es mi mendigo predilecto, acaba sacándome lo que quiere.
—¿Te has tomado las pastillas?
—Te juro que...
—No me jures nada, que te creo.
—Bueno, pues te rezo un padrenuestro... "padrenuestro que estás en los cielos, santificado..." Y también me sé el Ángelus, ¿te lo digo?
—¿Y quién te ha enseñado el Ángelus?
—Nadie. Yo que me lo sé.
Nos metemos en el único bar donde es bien recibido mi amigo, y pedimos un café con leche bien caliente. Entonces el de la barra le gasta una bromita.
—Qué, Juanito, ¿cómo va la crisis?
—Eso, para los ricos. Los pobres no tenemos crisis.
Supongo que tiene razón. Y es que Juanito no sólo se sabe las oraciones: sabe latín, y, si no estuviera tan solo, sería casi casi feliz.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
miércoles, 8 de octubre de 2008
Juanito y la crisis
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9 comentarios:
Hay gente que no da limosna a los pobres porque les da verguenza. Estaría bien que todos tuvieramos un indigente a quien proteger, quizá seríamos mejores.
ahí me ha dao.
Qué bien cuenta usted las cosas.
No estoy enfadado, al menos no con usted. El temita de las dos cadenas lo he pensao mu bien y lo digo en frío, aunque suene a rabieta. Un cheque en blanco no es un cheque en blanco si en la letra pequeña te viene "úsese para hacer el bien".
¡ah! Y era un comment general, no por algo que usted hubiera dicho, creo que algún comentarista salió con lo tan manido ya de que "no es hacer lo que te dé la gana" y salté.
Cuando vivía en Pamplona yo "tenía" una pobre. Se llamaba María y era rumana. Pedía con mucha dignidad, sin atropellar. Y cada dos o tres días la invitaba a cenar pincho de tortilla o rabas en el Chelsy. Era encantadora, como en blanco y negro.
Yo tuve una vez a una prostituta amiga. Ya lo he contado alguna vez. Le perdí la pista, pero cada vez que paso por el sitio donde ella se ponía (una librería religiosa, por cierto), me acuerdo de ella.
Sí, Juanito tiene razón... la crisis es para los ricos. El otro día un director de banco me contó que un señor se había llevado a su casa sus ahorros: 400.000 euros en metálico. Y es que cuanto más tienes, más miedo a perderlo...
A mi la "crísis" de la que últimamente se habla en noticieros y en todos lados, me hace gracia, quizá porque vivo desde hace mucho tiempo, - en el ámbito de lo económico- con una economía de supervivencia. Me ocupan más las demás "crísis", todas las que provoca el "deber ser". en mí y los que me rodean.
Me ha gustado mucho leer lo que dijo el Papa en la apertura de la XII Asamblea Episcopal; ..." Todas estas cosas que parecen la verdadera realidad... son realidades de segundo orden.... Quién construye su vida sobre estas realidades, sobre la materia, sobre el éxito, sobre todo lo aparente, construye sobre arena"
Yo lo tenía claro... pero me da gusto que sea él quien nos lo recuerde y ojalá con esto haya arrancado una sonrisa a todos los que vamos por la vida... de "pringaos".
Hacía tiempo que no la veía. Y me había decidido a no darle más limosna porque se queda vociferando fuera de la Iglesia y molesta a los de dentro, y porque creo que es toxicomana y no usa el dinero para comer...
Después de leer a Juanito y los comentarios había preparado mi limosna para dársela, pero no estaba a la entrada de misa. Sin embargo estaba a la salida pidiendo. Era MI pobre, y me ha dado las gracias con dulzura...
Pues es que va a tener razón el hombre. Al que no tiene no hay quien le quite.
Y si le digo que "nuestro pobre" regala a los niños cositas de esas de céntimos. No se si le salimos rentable. Creo que está mas necesitado de sonrisas que de dinero.
Un saludo
María Jesús
Yo prefiero dar limosna material sin saber a quién se la doy...
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