Estaba leyendo "Las Confesiones" de San Agustín. El autor rememoraba las distintas etapas de su conversión, su búsqueda incansable del bien y de la luz y su esfuerzo por librarse de la concepción maniquea de la vida, que le había tenido atrapado durante tanto tiempo.
¿Son las tinieblas algo real? ¿Tienen una substancia propia o son pura carencia de luz?...
Por ahí andaba yo cuando se fundió la bombilla del flexo que me alumbraba y me quedé a oscuras. Las sombras entonces me parecieron tan reales y consistentes que por poco me hago maniqueo.
Superada la tentación, sólo me queda una duda: ¿me compro otra bombilla o espero a que el ministerio de industria me envíe la que nos prometió para salir de la crisis?
5 comentarios:
Me gusta esa foto.
Para mí que a estas alturas como mucho recibiremos una candelita o una caja de cerillas.
Si espera a que un ministerio cumpla una promesa, me temo que va a estar a oscuras lo que queda de siglo.
Por cierto, ¿no le parece más "parabólico" esta "fundida" de bombilla que su sueño del maratón? De hecho se estaba preguntando sobre las tinieblas y la falta de luz. ¿No le aclaró el apagón la duda?
Ya sabe lo que se dice: "el Espíritu sopla donde quiere"...
Hola!
Hoy hemos estado los tres en un bautizo. Jaime se lo ha pasado pipa. Incluso ha ligado con dos niñas la misma noche. Creo que hasta hay vídeo y todo. Tendré que hablar con él mañana por la mañana, cuando se le pase la resaca de biberón.
Por cierto, el otro día vimos un maniqueo, en El Corte Inglés. Jaime le estuvo estirando de la nariz hasta que casi lo tira al suelo. Le tuve que regañar:
- Jaime, ¿no ves que en realidad es de plástico?
Pero lo malo es que nos den "Bombillo"
Me encanta esta entrada. La leo siempre que entro a su blog. El estilo utilizado es increíble. ¿Cuestiona usted a Agustín de Hipona? jaja por suerte el santo después rectificó. Este mundo es bueno.
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