sábado, 29 de septiembre de 2012

Alerta amarilla (II)


De acuerdo, no insistáis más; perdimos una excelente ocasión de estar calladitos. Pero conste que no me equivoqué yo: toda la culpa fue de Kloster, que le encanta meterse con los meteorólogos.

1 comentario:

Rocky Balboa dijo...

Jajajajajaja