jueves, 20 de septiembre de 2012

La pecadora *





San Lucas no reveló mi nombre, sólo mi oficio. Toda mi vida cabía en aquel frasco de alabastro que me regaló un cliente cuando todavía era joven y hermosa.
También el perfume era una joya, y más valiosa que un collar de esmeraldas. Lo elaboró el mejor perfumero de Israel con esencias traídas del Oriente lejano. Pagué por él todos mis ahorros. Mi dinero sucio, mi sueldo nauseabundo, se hizo aroma y fragancia para seguir atrayendo a los hombres.
Mi vida entera se encerraba en el joyero de alabastro. Quería salir de aquella prisión, pero sabía que tendría romper el envase, soltar los grilletes que me sujetaban.
Cuando llegó Jesús no tuve dudas. Corrí a la casa de Simón y vacié el perfume a los pies de mi Amor.
―Aquí tienes, Señor, mi vida entera, mi triste oficio. Sólo puedo ofrecerte lo que soy; un río de miserias. Cada gota de este perfume lleva el aroma de Satanás.
Se te perdonan muchos pecados porque has amado mucho.
Desde aquel día soy de nuevo una adolescente, limpia y hermosa como una flor surgida del estiércol.
* Del Evangelio de la Misa de hoy.

9 comentarios:

Minasterio dijo...

Entrada con asteriscos, como siempre.

MARTINA dijo...

Jesús la perdonó y cuántos de nosotros la seguimos condenando

MARTINA dijo...

hablando del demonio llegué a este enlace que "explica" lo que sería el infierno según PADRE FORTEZA

http://www.youtube.com/watch?v=movF6ctwY8g&feature=youtu.be

LCA dijo...

Hoy lo rompo...otra vez!!

pacita dijo...

OLE YOLE el escrito de hoy!!!!desde luego el Espiritu santo existe y eso que tengo la cabeza embotada con mi dichosa ansiedad.

pacita dijo...

D.Enrique ,quizás este no es el sitio pero se hace muy dificil hoy acoger a los "nuevos venidos" en los matrimonios que se separan que haces con ellas en las reuniones familiares? invitas a la nueva y a la otra que la seguimos queriendo como una hermana que?

Marta dijo...

Demos Gracias a Dios concretamente por todos los que ayer se confesaron y pidamos que ninguno nos volvamos a separar de Él. Y si sucediera acudamos rápidamente a romper nuestros perfumes y nos encontremos de nuevo en este gran sacramento.

Mercedes dijo...

Como dice un cántico que me gusta mucho: "Toma mi vida, hazla de nuevo. Yo quiero ser un vaso nuevo".

Cordelia dijo...

Entrada preciosa, cómo siempre