miércoles, 1 de octubre de 2008

¡Que viene el Opus!



No hablaré mal de la película Camino. Para hacerlo tendría que ir a verla. Se dice que sale gratis meterse con la Iglesia, o con una institución suya, como es el caso en esta película que arremete contra el Opus Dei manipulando la historia de Alexia González-Barros, una niña de catorce años que murió de cáncer y que tiene abierta una causa de canonización. En realidad, sale rentable. Los digamos artistas aprovechan el tirón taquillero del morbo antirreligioso; se benefician de la publicidad de los encantados medios laicistas, por un lado, y de los ofendidos medios católicos, por otro; y, para colmo, los fieles, en vez de lanzarles una fatwa, ofrecen oraciones por ellos. Cuánto se ha rezado, Dios mío, por Dan Brown, el autor de El Código da Vinci. A mí a veces me entra el mal del hermano mayor del hijo pródigo y protesto: vale, y por los que defendemos a la Iglesia, ¿quién reza?


Esta película coincide con el ochenta aniversario del nacimiento del Opus Dei, que se celebra justo mañana. En mis artículos he escrito mucho más de política que del Opus Dei por lo mismo, mutatis mutandis, que hablo más de mi suegra que de mi madre, como ha advertido mi mujer seriamente. Cuánto más íntimo es algo, menos apetece sacarlo en los periódicos, y lo cotidiano no nos suena a noticia. Gracias, sin embargo, al estreno de Camino hoy hablaré un poco de la Obra para que la verdad no sufra por culpa de nuestro silencio.


Lo que más se escucha sobre el Opus Dei son los gritos que desde hace ochenta años llevan pegando algunos para asustar al respetable: “¡Que viene el Opus, que viene el Opus!” El problema de los gritones es de credibilidad: cada vez son más las personas que conocen la Obra y que han pasado por sus medios de formación, sus colegios o sus obras sociales. Como es natural, les habrá gustado más o menos, habrán congeniado o no con su estilo, pero todos han podido comprobar que de esas fieras ululantes que se atizan como espantajos nada de nada.


Aunque al Opus Dei se le puede entender incluso sin fe (siempre que tampoco se tenga mala fe), la gran dificultad para el mundo actual es que los del Opus Dei, como tantos otros cristianos, creen de verdad en Jesús, escándalo para los judíos y necedad para los griegos. Esto es una perogrullada, sí, pero en el fondo a la Obra se la crítica a menudo por su visión sobrenatural, su terca costumbre de servir a Dios antes que a los hombres y su fidelidad al Papa y al Magisterio. San Josemaría, hace ochenta años, daba con un camino de santificación en la vida ordinaria. No sé si vio que nos daba, además, un tema de conversación inagotable.


Enrique García-Máiquez

Diario de Sevilla

...Y yo apostillo:

Muchas gracias, tocayo, por el artículo. Ya no tendré que escribir sobre este penoso asunto que, a estas alturas, sólo me produce hastío y pena.

No me parece bien que compares a tu suegra (seguro que es encantadora) con los políticos, cuyo encanto es más bien escaso.

Es cierto que muchos hemos rezado por Dan Brown, pero, al menos yo, rezo mucho más por los que defienden a la Iglesia: por ti, cada vez que aparece en mi buzón un artículo tuyo.


Enrique Monasterio.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena, enriques! Mola bastante.

Anónimo dijo...

Se me olvidaba: si alguien quiere una crítica de la película, hay una en la web "De cine 21".

Nuevepornueve dijo...

Como siempre o casi siempre (y digo casi porque sé que a EGM le abruman los elogios) este otro "Don" Enrique vuelve a acertar.
Conservo una entrevista que le hicieron al director de la película hace unos meses, en la que explicaba su intención de contar una historia desde el respeto y la "objetividad".
La guardo (la entrevista) porque Fesser decía cosas muy muy interesantes, sobre la Fe -que decía no tener- y sobre el sentido cristiano del dolor, que decía no entender. Y yo quería escribir algo, no exactamente sobre la película, sino sobre la imposibilidad de "contar" algo que previamente has reconocido no entender. ¿Alguien sería capaz de "contar" una conversación entre dos personas que hablan en, pongamos, japonés, sin saber NADA de ese idioma? ABSURDO aparte de INUTIL, y, sobre todo, con alto riesgo de no ser fiel a la verdad ¿no? Pues eso. El sentido sobrenatural de la existencia humana aquí en la tierra que tenemos los cristianos, "explica" cosas que resultan absolutamente inexplicables si careces de ese sentido. Eso es lo que pasó hace más de 20 siglos, pasa ahora y va a seguir pasando. Ya lo ha dicho EGM mucho mejor que yo, como ya lo dijo San Pablo: La Cruz, necedad para los gentiles, escándalo para los judíos. Pero, para los que tenemos Fe, nada más y nada menos que, aceptada, la certeza de estar colaborando con Dios.

Anónimo dijo...

La cosa es: los que tenemos fe no necesitamos milagros-ni peliculas-, y los que no la tienen... pues me refiero a lo que apunta nuevepornueve. Por cierto, alguien sabe algo de C3PO? Hace tiempo que no comenta....

Juanma Suárez dijo...

Do Enrique, ¿me permite un poco de "publicidad subliminal"?

Hace algunas semanas escribí algo sobre esta película en mi blog. Le dejo el enlace, porque no quiero seguir hablando de ello. Parte de la publicidad que está teniendo esta película de la que, por cierto, aún no he oído hablar en los medios de comunicación, se la estamos haciendo nosotros...

http://yelchocolateespeso.blogspot.com/2008/08/un-chollo.html

Por cierto, ya podríamos dedicarnos a hacerle publicidad a la película BELLA, de Eduardo Verasategui, rodada hace dos años ya y que parece ser que puede estrenarse en España en breve.

Carlos Bernaldo dijo...

Coincido plenamente con lo que escribe Juanma, no hablemos de esta película y caerá por su peso; espero que no pase como en otras ocasiones en que se hacen rosarios, manifestaciones fuera del cine y eso es más publicidad.

De Alexia me quedo con una frase que decía: "Jesús que yo haga siempre lo que Tú quieres".

Vivamos los cristianos como cristianos y esa será la mejor manera de mostrar a los demás lo valioso de nuestra religión, con el ejemplo, no con las protestas.

E. G-Máiquez dijo...

Muchas gracias a don Enrique y al resto. Me da mucha pena que usted y 9*9 dejen de escribir algo por mi culpa. La argumentación de nuestro 81 es estupenda. Y la nuestro don anfitrión la sería también. Por otra parte, cuánta razón tiene Juanma Suárez con el riesgo de hacerle publicidad a la peli.
Lo que sí que es un gran noticia es saber que también reza por mí, don Enrique. Eso tiene el peligro de que le mande mis cosas dos o tres veces a la semana...
Abrazo muy agradecido.

E. G-Máiquez dijo...

Como estamos en confianza, permitidme una pequeña oratio pro domo mea. En el artículo no pretendí hacerle publicidad a la película, sino, aprovechando la coyuntura, celebrar el cumpleaños de la Obra.

Altea dijo...

Estoy con Juanma Suárez, cuanto más nos cabreemos más publicidad les hacemos ¡Y ENCIMA GRATIS!

Jesús Sanz Rioja dijo...

Don Enrique, si le sirve de algo a su autoestima, yo pensé que el artículo era suyo hasta que se refirió a la mujer y a la suegra.

c3po dijo...

Y, mientras tanto, la Obra crecía y se desarollaba, firme, compacta y segura... (de una famosa placa).

Muchas felicidades por lo de mañana y que lo celebre y brinde como sólo Vd sabe hacerlo.

Anónimo dijo...

Mañana día 2, Alexia, San Josemaría y bastantes más celebrarán una gran fiesta, y seguro que ni se acuerdan de ese pobre hombrecillo llamado Fesser.

Anónimo dijo...

Las personas vulgares vulgarizan todo lo que tocan, por más bello, que sea.

¡Qué le van a hacer si son vulgares y quieren ser creativos! no pueden.

Gracias a las polémicas la gente con sentido común busca respuestas a sus dudas.

A mi me apena la familia de Alexia, la gente del Opus Dei, los que le tienen devoción, porque a nadie nos gusta ver cómo escupen sobre los que queremos, es más, duele.

Juanan dijo...

Ayer tuve una clase de Proyectos que no tenía absolutamente nada que ver con la arquitectura (bueno, sí, que las batallitas de mi profesor se desarrollaron en la Escuela), sino que parecía más bien un mitin trotskista. Aprendí muchas cosas, por ejemplo que el Opus Dei es una secta (nótese el deje irónico) o que cada cual debe tener derecho a elegir cuándo quiere acabar su vida.

Me avergüenza que haya profesores que abusan de su posición para adoctrinarnos a placer. Más aún que el hecho de que los cineastas hagan propaganda antirreligiosa entre las masas, aunque sea quizás más dañino. Es el amor propio, creo; amo demasiado la Universidad.

Enrique Monasterio dijo...

¡C3po ha vuelto! Muchos me habían preguntado por ti, pero fui discreto: sólo dije que un robot, por bueno que sea, necesita que le sustituyan de vez en cuando alguna pieza.
Bienvenido!

Anónimo dijo...

C3Po!!!!! Ya te echabamos de menos. Otra vez Felicidades a la joven Obra de Dios, y que cumpla muchos mas.

Anónimo dijo...

¿Por qué no se denuncia la peli? No entiendo la postura. Me parece floja.

Anónimo dijo...

Primero la vemos, y luego la comentamos, ¿OK?

Juanma Suárez dijo...

Señor "anónimo": ¿porqué vamos a ver la película? Aquí nadie ha hecho crítica cinematográfica; seguro que, técnicamente, está bien rodada (el señor Fesser sabe hacerlo); lo que se critica aquí es la forma de tratar, ridiculizar y mentir sobre un tema en general y, para más inri, una persona, su vida, su muerte y su familia en particular.

No tengo porqué cortarme una mano para saber que duele. Las mismas declaraciones del señor Fesser nos dan la idea de por dónde va a ir la película, cuál va a ser la visión que va a predominar, y qué ideas va a atacar. Usted vaya a verla, si quiere. Yo, por mi parte, no le voy a dar dinero a alguien que va a mentir, seguro, sobre algo en lo que yo creo. Lo mismo que no fui a ver "Mar Adentro", y sí he visto las demás películas de Amenábar: no me gustan los panfletos cinematográficos, y menos los que van en contra de lo que yo creo o de mis propias ideas. Y por supuesto, sin ver la película de Fesser, voy a seguir criticándola.

Si esto es un país libre para mentir sobre la Iglesia, y las creencias religiosas de millones de personas, también debe ser un país libre para defender lo contrario, ¿no le parece?

Anónimo dijo...

¡Larga vida al Opus Dei! ¡Que continúe con su útil y provechosa labor en todas las tierras, según soñó su fundador! y, en cuanto a la película, ¿No dice un punto de Camino que es mejor no detenerse a apedrear a los perros que nos ladran, sino despreciarlos? En palabras de De Wohl "un perro que orine al pie del Fujiyama no le quita ni un poco de su dignidad".