Primer desengaño
―¿Cuántos años tienes?
―Voy a cumplir trece.
No estudia aquí, pero charlamos en el jardín de Tajamar porque su madre se ha empeñado en que me cuente un problema "muy gordo" que tiene. El
chaval parece dispuesto a hacerlo.
―Es que me gusta una chica…
―¿Sólo una?
Casi sonríe, pero enseguida se pone serio otra vez.
―Sí. Pero es mayor.
―¿Cómo de mayor?
―Tiene dieciséis años.
―¿Y se lo has dicho ya?
―Sí, pero ella se lo ha tomado a coña y se lo va contando a todas
sus amigas.
―¿Y qué podemos hacer?
―Yo quiero cambiar de colegio o si no, morirme. Ya me da lo mismo.
―Y de notas, ¿qué tal?
―Muy bien. Soy inteligente.
Lo ha dicho con el mismo tono, pero me me ha mirado de reojo
para ver mi reacción. Sí que es listo el chaval. Hemos charlado de mil cosas y ya no quiere morirse. Seguirá en el mismo cole porque es lo que le conviene y además hay que ser valiente, no salir corriendo.
―¿De acuerdo?
―Sí, pero es que me sigue gustando.
9 comentarios:
Pobre chaval, después de que la muy bruja le deja en ridículo, todavía le sigue gustando.
Cuantos recuerdos me vienen, jeje. Claro que se sale! Mi hermana me dijo en mi primer desengaño a los 15 años: de esto o aprendes y maduras o retrocedes. Me ha servido esto hasta el día de hoy para todo, para cualquier dificultad.
Qué suerte tiene!!! Cuando me enamoré por primera vez tenía también 13 años y mi hermana -que tenía entonces 17- no me hizo ni caso porque decía que yo era demasiado pequeña para entender esas cosas!! Entonces descubrí que ella también estaba enamorada del mismo chico...y entendí que no había nada que hacer...y me sentí de nuevo injustamente incomprendida por la vida!! Unos pocos meses después se abrió ante mi otro panorama nuevo, entusiasmante y contagioso que me hizo olvidar mi "terrible congoja" y empezar a pensar más en las personas que tenía alrededor. Seguro que con su ayuda lo supera pronto.
¡Pobre chico! Le comprendo. Yo también tenía 13 años cuando me enamoré por primera vez y lo pasé fatal. Y además yo no "abrí los ojos" a otras cosas hasta los treinta y tantos... aunque a veces ahora, con 53, me parece que tampoco los tengo tan abiertos como me creo.
Aaaaaaay.
¿Sabe lo que me enternece el corazón? Cuando dice: "Sí, pero me sigue gustando". Me saca una sonrisa de ternura el pensar que, para este chaval, su desconsuelo lo hará más fuerte, aunque él todavía no se da cuenta.
Me ha encantado esta entrada y no pude evitar imaginarme al chaval sentado en una banqueta junto a un cura, tratando de sobrellevar su pena. Historias así me alegran el día como no tiene idea, porque me hacen saber que todavía hay corazones inocentes y llenos de amor. Saludos!
hay que ver que malas somos, eh?? encima nos burlamos de los pobres, y cuando los tenemos en nuestra mano, dándoles de comer, ni si quiera se lo agradecemos.....
Juas juas..... Estoy convencida de que San Jose, también le iba a recados a la Virgen y hacía lo que ella le pedía...Si es que...no saben vivir sin nosotras ;-)
Normal. Y si es de verdad inteligente se dará cuenta de que el mundo está lleno de mujeres, estupendas, entre las que puede elegir la mejor para compartir con ella toda su vida. Ese chico hay que seguirlo de cerca, promete. Además tiene una madre más lista que él, le pone en buenas manos.
Buenos días, quisiera saber si la imagen de esta entrada tiene copyright, si es tuya o de dónde lo has sacado. ¿Podrías informarme al respecto? Gracias.
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