lunes, 2 de julio de 2007

El Estado-Institutriz ataca de nuevo



Estoy en Riaza, un paraíso de la Sierra en el que no se echa de menos nada. Y menos que nada el aire acondicionado.

Vine ayer, y por el camino volví a oír una y otra vez, hasta la nausea, las paternales admoniciones radiofónicas para incitarme a ser prudente en el manejo de mi bólido. Ya hablé de ellas aquí en otra ocasión.

Lo malo es que ahora al Estado nodriza que nos ampara se le ha agotado la paciencia y ya no aconseja ni amonesta, sino que nos riñe con una gobernanta faltona. Trata de humillarnos, de que nos veamos como seres estúpidos necesitados de disciplina y mano dura.

¡Qué pasa, tío! dicen más o menos, ¿que te mola ir sin casco? Y si te quito tres puntos, ¿qué..? ¡Ah!, que tienes más. Ya. Y cabezas, ¿cuántas tienes? Te vas a matar, ¿sabes? Y tu madre tendrá que ir a reconocer tus sesos en el kilómetro 26 de la autopista. Hazlo por ella, o por lo que te dé la gana: porque te mola una tía o porque no te mola…; pero ponte el casco...

El mensaje termina como siempre. El amonestador se lamenta de que no puede llevar nuestro vehículo.

En el artículo que escribí sobre este asunto, manifesté mi inquietud ante esta amenaza implícita: ¿quién es el que quiere conducir por nosotros, aunque de momento no pueda?¿Serán los extraterrestres?

Gracias a Dios el enigma ha quedado resuelto. En la nueva versión que oí ayer, la advertencia final viene con firma:

¡No podemos conducir por ti! Gobierno de España.”

Menos mal. Ahora estoy tranquilo. Es nuestro amado gobierno quien desearía ir al volante de mi Polo. Cuando lo consiga, tal vez tenga como chofer al mismísimo ministro de justicia, persona encantadora y de amable conversación, que me guiará por las sendas del bien.

Ya estoy más tranquilo.


13 comentarios:

Emilio Cervantes dijo...

Asi es,

El Gobierno actual quiere gobernar su vehiculo y el gobierno pasado al actual. Es la modernidad, el juego de la silla en el que todos corremos y ninguno sabe donde.

Lean algo de biología que también da juego

http://nuevabiologia.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Genial, yo me pido a la ministra de cultura, que lo mismo hay suerte y viene con Zerolo, que da mucho juego, lo mismo vale para la parroquia de Entrevías, que para la cabecera de la manifestación del sábado.

Ojo, que voy de buen rollito, ¿eh?

Amaia dijo...

Y ¿damos por supuesto que "ellos" van a conducir mejor que nostros? Ja!! La mayoría seguro que tienen chofer...

Joaquín dijo...

Da que pensar que, lo eficaz para reducir los accidentes de tráfico, es amenazar con el "castigo" de la retirada de puntos. Pocos son "virtuosos" al volante de forma espontánea. Nada nuevo. Felicidades por el sentido del humor.

Anónimo dijo...

¡Qué bueno, Don Enrique!. Igual que el tabaco... que parecemos todos unos apestados fumando por los rincones porque , por lo visto, al Estado le preocupa más nuestra salud que a los propios afectados. Mire ... el día que se ponga en la entrada de una playa un poli y pregunte si el personal lleva protección total y si no ¡multa! por provocarse un cáncer de piel... o el día que no sirvan huevos fritos con chorizo porque hace subir el cloresterol y los triglicéridos y la puedes palmar...o el día que nos multen en determinadas ciudades por beber agua del grifo porque lleva mercurio... Entonces hablaremos. Estoy hasta el gorro de tanta tontería impuesta porque ellos mandan y chínchate. Es que se han creído que somos todos una panda de críos , ¿o qué?.¿Y si saco el argumento: "porque me da la gana", qué pasa?. ¿Me fusilan?
Me ha encantado su artículo y su buen humor .
Sunsi

Enrique Monasterio dijo...

Sunsi, no les des ideas...

Anónimo dijo...

Me paso el día calculando indemnizaciones para gente que ha perdido un brazo, o un padre, o el coche, o dos vacas en un accidente...
Los accidentes de tráfico se han convertido en un drama en el que perdemos más vidas que en las guerras, la violencia doméstica o el cáncer.
No me parece mal que lo digan por activa y por pasiva.

Anónimo dijo...

De acuerdo con Nestor: me parece bien que castiguen las infracciones de tráfico (quizá hasta que amenacen)y que se empeñen en leyes como la de violencia doméstica por poner un ejemplo. El problema es que la gente no mejora (creo yo) a base de leyes y prohibiciones. Además, no deja de tener su gracia que depende de lo que a uno se le ocurra prohibir (por ejemplo, que la gente vaya a trabajar en pantalón corto o con atuendo playero) es tachado de carca, mientras que gente de lo más moderna no tiene otra arma que la imposición. Qué cosas tan raras...

Anónimo dijo...

Escribí hace tiempo un artículo "Flor roja con tallo verde" que lo podéis encontrar en internet (lo publicó también arvo.net)añadiendo Sunsi Estil-les Farré. Va de todo esto.
Pretenden vivirnos con mil normas cohercitivas. Llegará un punto que tendremos que apuntarlas en un papel larguísimo y plantarlas en la puerta de la nevera con frutitas imantadas para repasarlas cada día antes de salir de casa.
Un saludo a todos:
Sunsi

gilgamesh dijo...

¿que tiene de raro que ahora quieran conducir por nosotros?¿no nos hacen ya la declaración de IRPF? yo creo que esto es más íntimo.
un saludo

Anónimo dijo...

Es verdad, Néstor, que conforme aumenta la cantidad de coches que viajan por las carreteras, hay que poner más atención para no chocarse. Las consecuencias, aunque accidentales, son malas.

Es defendible en mi opinión entender que compartir también significa compartir el espacio: en el ascensor, en el autobús, y ¿por qué no? también en el asfalto.

Ahora bien, la campaña de comunicación del Gobierno no aborda el tema desde esta óptica sino desde la amenaza, la coacción y la agresividad. El recorte de las libertades. El fondo de la campaña del Gobierno renuncia a toda esperanza de que el ser humano, libremente, decida compartir la carretera con sus semejantes. No es una campaña fundamentada en la libertad sino en lo contrario.

Por esa razón es criticable no sólo en sus formas (que pueden o no ser del agrado de uno), sino en el fondo.

Posdata: no empecemos a contar muertos, que tendré que recordar que la primera causa de muerte en España es el aborto provocado. Eso sí es dramático, y no tiene nada de accidental.

Lucía dijo...

Yo la verdad es que estoy harta de que me digan continuamente lo que tengo que hacer unos señores que se jactan de querer terminar con la educación supuestamente"impositiva " de las escuelas privadas ,de la Iglesia ,de otras épocas ...y no hacen más que amenazarnos con que si fumamos ,bebemos, aparcamos en tal sitio o en tal otro ,si gastamos combustible contaminante,o energía eléctrica, o agua para lavarnos o para lo que nos de la gana, si conducimos así o asá...vamos a acabar con nuestra vida ,la del planeta y la de todos los planetas que nos pongan por delante.Al mismo tiempo les parece muy bien que la gente acabe con sus vidas ,y las de su alrededor,tomando droga;les parece muy bien que se mate a niños que se encuentran en el vientre de su madre ,o ancianos que les parece que no sirven;les parece bien acabar con el equilibrio psíquico de las personas promoviendo las rupturas familiares,fomentando uniones antinaturales...
Me parece que el problema hay que solucionarlo en su raiz ,con una educación en valores y con unas leyes coherentes y para todos y entonces no nos sentiremos tan amenazados .

Kike dijo...

Hmmm, con todo respeto, padre, he de decir que no estoy del todo de acuerdo con lo que escribe aquí.

Debo empezar por decir que leí tanto este post como el anterior al que hace referencia.

Partamos de que el Estado tiene como responsabilidad principal el bien común (como recoge el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia). Ya ese me parece suficiente argumento como para defender que se den indicaciones públicas con respecto a la seguridad vial.

En segundo lugar, sí me parece responsabilidad del Estado velar por la vida humana individual (tal como se asegura en la mayoría de las Constituciones, seguramente que en la española también). Así las cosas, también me parece adecuado que se haga públicamente en un medio de difusión.

No creo que por producir y difundir este tipo de anuncios el Estado sea "nodriza" o esté en camino de ser totalitario.

¿Que la manera de esos comerciales es cursi? Si los comerciales son tal cual los ha puesto aquí, yo también me burlaría de ellos. Estamos de acuerdo si los considera cursis.

¿Que el problema es que la sociedad vive en una eterna adolescencia? (al respecto recomiendo la lectura de este estupendo post). Muy de acuerdo. Pero, precisamente porque la sociedad (mal)vive una tardía adolescencia (de la cual hay que ayudarla a madurar, obvio), es que hay que tener las mismas precauciones que tendría un padre prudente con su irresponsable hijo adolescente que corre su moto a mil por hora: "Hijo, ponte el casco: te vas a matar". No considero esta actitud una intromisión estatal en la vida de las personas.

Pongo un ejemplo ocurrido en mi país, si bien aquí el protagonista no es el Estado, sino la municipalidad. Existe un puente por aquí llamado "Villena". Encima de él corren los autos que van a Miraflores; treinta metros debajo de él corren los que van a la playa.

Durante un tiempo se puso de moda suicidarse lanzándose desde él. Prácticamente cada semana alguien se arrojaba desde ahí. Después del cuarto suicida, la municipalidad puso vigilantes. El asunto paró un tiempo, hasta que un atrevido suicida engañó a los guardias: vestido como un madrugador vecino que salía a hacer ejercicios, pasó trotando al lado de los guardias como si solo hiciera footing, pero pocos metros antes de terminar de cruzar el puente saltó de improviso.

Entonces la municipalidad decidió "cubrir" el puente. Ahora encima de las barandas hay una rejilla y un muro de policarbonato trasnparente (aquí algunas imágenes y aquí también; aquí una reacción. Pregunta: ¿hizo mal la municipalidad al "intervenir" así en la vida de los ciudadanos? Yo creo que no. Creo que prevalece la defensa de la vida.

En lo que sí concordamos, para el caso que describe en su post, es que aquella frase de "No podemos conducir por ti" si es muy desafortunada.

Un saludo muy cordial.