miércoles, 4 de julio de 2007

En Riaza todo es fantástico, menos...


menos la línea telefónica.

Tengo el ordenador en boxes, y ahora sólo dispongo del que me prestó Manolo: un portátil modelo "Atapuerca", sin tarjeta de red. Entro en Internet gracias al modem, pero hay que armarse de paciencia.

Lo siento, no escribiré correos hasta el sábado. Homero dormirá, y yo me limitaré a echar una ojeada a los mails que me lleguen.

Hoy he estado en el pueblo. Nada más llegar a la plaza, ha venido corriendo hacia mí un chavalín de ocho o nueve años:

–¡A qué no sabes cuántas columnas tiene esta plaza...!

Y como yo levantaba la vista para comprobarlo, ha gritado:

–¡Mirando no vale!

¿No os he dicho que es grande ser cura? A los curas nos pasan las cosas más extrañas. Y tenemos que saber de todo.

5 comentarios:

Altea dijo...

Hasta las columnas que tiene la plaza de Riaza.

Nodisparenalpianista dijo...

Qué bueno!
¿Cuántas columnas hay? (Aunque se mirando de reojo, con trampilla)

Jose María Corbí dijo...

D. Enrique:

Usted sabe todo lo que importa.

Un fuerte abrazo!

Anónimo dijo...

Qué buena anécdota. Un niño es una contínua fuente de sorpresas.

"Mirando no vale", je je je...

Anónimo dijo...

le mando muchos recuerdos y felicitaciones por la pagina, es la primera vez que la veo y me he reido mucho.Zaratin