miércoles, 18 de julio de 2007

Los blogs de mi barrio IV


Benita y sus jefes



Del mismo modo que los de Bilbao nacemos donde nos da la gana, las chicas de Madrid se llaman como les apetece. La autora de este blog dice llamarse Benita, y hace muy bien.

“Benita” (perdona que acicale tu nombre con unas comillas) coincidió conmigo cuando tenía 9 ó 10 años (ella, no yo). Estudiaba entonces 5º de primaria, y yo, que debutaba como inexperto capellán de su colegio, trataba de caer simpático a las pequeñas.

Desde el primer momento tuve claro que no me interesaba enfrentarme con aquella chiquilla. Habría sido una enemiga implacable y peligrosa. Como además parecía inteligente y con dotes de mando, convenía entablar con ella un proceso de paz, sin precios políticos, para mantener a raya al curso entero.

Pasaron los años y, gracias a Dios, Benita mejoró. Seguía siendo lista como el hambre, pero moderó algo su genio. La adolescencia le sentó bien.

Terminada la carrera de Derecho, conoció a “un chico monísimo” y decidió casarse con él. El día de su boda yo cumplía 30 años como sacerdote. Fue una ceremonia simpática, en la que todas las amigas de la novia parecían haberse puesto de acuerdo para llevar pamela. Incómoda situación para mí, ya que uno no es bajito por naturaleza y me resultaba complicado ver las caras de las que se acercaban a saludarme con este singular tocado. Desde mi altura parecían champiñones en movimiento.

Todo esto nada tiene que ver con su blog, salvo por el hecho de que muy pronto tuvo que comprar chupetes para la tropa que llegaba. Ahora tiene unos jefes guapísimos.

Por lo demás, Benita, que fue payasa cuando todavía era una cría, escribe muy bien y tiene un sentido del humor envidiable. Entre paréntesis, no sé por qué a todo lo bueno lo llamamos “envidiable”. Yo no la envidio en absoluto. Al contrario, me siento muy orgulloso de ser algo así como su abuelo.

Os recomiendo todos los artículos de este blog. Entre los últimos leed éste y éste.

3 comentarios:

Marta Salazar dijo...

extraordinario!

conozco a Benita desde hace unas semanas (digitalmente), pero su blog me encanta... al igual que su personalidad de líder! No se puede esperar menos de una abogado, no?

un saludo grande!

Familia-pd dijo...

Don Enrique, lo de llamarse Benita no es casual. Es el apodo que tuvo desde antes de nacer. A su hermano inmediato anterior le llamaban "el Conde". Cosa que extrañaba a los amigos, que preguntaban,. ¿por qué si es el pequeño ha heredado el título?
En realidad lo del Conde viene de que era un bebé muy, muy llorón. Y por llorón y geniudo su padre le llamó "el condenado niño", es decir, el Conde. Nombre, que aún hoy, todo un cirujano plástico, sigue identificándolo. Cuando iba a nacer su hermana pequeña, el Conde le preguntó a su padre: "¿vamos a tener oto conde?" a lo que su padre respondío: "No, otro conde no, una Bendita". El Conde la llamó "Benita" y su padre también. Benita es por ser "la bendita de su padre". Menudo rollo

Benita Pérez-Pardo dijo...

D. Enrique muchísimas gracias por todo. Me he emocionado mucho.

No se olvide de sus bisnietos...:)

Un fuerte abrazo