miércoles, 9 de noviembre de 2011

Jesús y el látigo

San Juan de Letrán 
En la fiesta de la dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, que es la Catedral del Papa, el Evangelio de la Misa recuerda una vez más la escena tremenda de los mercaderes expulsados del Templo.
Jesús, lleno de furia, con un azote de cuerdas y la fuerza de su voz y su mirada, arroja fuera del atrio sagrado a los que vendían animales para los sacrificios y a los banqueros que cambiaban las monedas extranjeras por las vigentes en el Templo de Jerusalén.
Pocos pasajes tan "incorrectos" como éste. ¿Existe, de verdad una ira santa? ¿No había dicho Jesús que hemos de aprender de Él, que es manso y humilde de corazón? ¿Acaso aquellos mercaderes no cumplían una función social importante?
Hay exegetas que niegan, sin más, la historicidad de la escena. No pueden admitir a un Mesías violento, a un Dios enfurecido por las miserias humanas.
Yo en cambio pienso en lo que dice San Pablo en la segunda lectura de la Misa: que somos templos del Espíritu Santo. Ese templo, lleno de Dios desde el bautismo, recibe diariamente el Cuerpo de Cristo en la Eucaristía. ¿No es razonable pensar que debe ser enteramente suyo?
¿Me estará pidiendo Jesús que esta vez sea yo quien coja el látigo para echar de mi corazón a los mercaderes? 


14 comentarios:

Amparo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo. Nos llama a eso a ser su Templo, el lugar donde descanse y encuentre sus delicias.

Anónimo dijo...

Mis miserias cumplen una "función social importantísima": machacarme a mí y a los demás y darme "gato por liebre".Si pudiera no las quitaría a latigazos, sino a...¡cañonazos!

Altea dijo...

Interesante. Hasta creo que yo también voy a pensar en ello.

Luis y Mª Jesús dijo...

...yaa

Relicary dijo...

Aunque Jesús no mostró su "ira" más que esa vez, otras veces sí que se mosqueaba. Me parece recordar escenas en las que los apóstoles no acababan de entender o algún puñetero con preguntas insidiosas.

Del mismo modo, también debió de reírse mucho antes de perdonar al paralítico que entró por un agujero del techo de la casa donde estaba.

Corríjanme si me equivoco.

Aunque yo no lo llamaría "ira", pues eso es pecado capital, sí que me imagino que no es lo mismo un tenderete al lado de mi parroquia que dentro del edificio, justo al entrar. Más bien me pregunto, en qué parte del tempo estaban, si en una pública o una que en el principio ya era para rezar.

Vila dijo...

¿Este es el evangelio de hoy? pues el que yo he escuchado es de S.Juan, cuando Jesús nos da a la Virgen como Madre: "Madre ahí tienes a tu hijo, hijo ahí tienes a tu Madre". Bien distinto del que comenta. No sé, estaremos en ciudades distintas.

Hoy es fiesta en casa, celebramos a lo grande -con toda la familia- la Patrona de Madrid y es el santo de mi hija: ¡¡ Felicidades a las Almudenas !!.

Enrique Monasterio dijo...

Hoy en Madrid, sólo en Madrid, se celebra la solemnidad de la Virgen de la Almudena. En el resto del mundo el Evangelio es el que he comentado aquí

Vila dijo...

Gracias mil por la aclaración.

Feliz día

Antuán dijo...

Puede. Yo no quien para juzgar a los demas ni siquiera a mi mismo. Aunque tengo el valor de reconocer lo que soy y hago mal y largarla unos cuantos latigazos y echar toda esa lala baba fuera y arrepentirme. Que os cunda. Adiosle

Anónimo dijo...

Hemos ido con los nietos a llevarle flores a la Virgen y hemos gozado del ambiente de fiesta, música y bailes que ante la Madre había. Muchísima gente. Mucha alegría. Y Fe. Ha sido un día precioso.

Anónimo dijo...

Había también otro pasaje, cuando después de leer en la sinagoga le quisieron despeñar... Se dio media vuelta, miró a la muchedumbre enfurecida y ¡cómo debía de ser esa mirada, que se abrió paso entre ellos y se fue! ¡Así, por las buenas!
Imagino que ya con un látigo debía de ser como para echar a correr y no parar...

chon dijo...

Podía haber seguido con la reflexión y detallar los mercaderes a los que tenemos que expulsar de nuestro templo. Casi todos tenemos los mismos: el mercader de la soberbia, de la ira, del demostrar lo listos que somos, del quedar bien, de la buena imagen...

ROSARIO dijo...

Dijo el Señor: "¿Por qué quieres morir, casa de Israel? Yo no quiero la muerte para nadie, sino que se convierta y viva" Y Jesús exclamó: ¿Pensáis que esos galileos eran los más pecadores de todos los galileos porque sufrieron eso? Os digo que no; y si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente".
La LLAMADA es muy clara tanto por parte del Padre como del Hijo, independientemente del "buenismo" con que tratemos de mirar los asuntos de Dios, en los que a veces parecemos nosotros los administradores de "su pensamiento y de su manera de sentir"; es decir que vamos por delante. Si no nos faltase humildad recordaríamos cuando el Padre dice: "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos ni vuestros caminos mis caminos", en lo cual deja patente que perdemos de vista muy a menudo su "entendimiento" y "su acción". La juzgamos desde nosotros, que somos ciegos en muchos extremos... Jesús nos requiere a CONVERSIÓN sin paliativos, el látigo de los mercaderes queda como algo inocuo, frente a ese aserto: "si no os arrepentís todos perecereis." Es verdad que no gusta hallar un Jesús tan determinante, tan ¿amenazador? No nos engañemos, porque la amenaza sólo la tendemos nosotros a nosotros mismos excluyéndonos de la salvación que viene a darnos Él. Hoy no se habla demasiado de la necesidad de CAMBIAR hasta surgir como criaturas NUEVAS. Lo sobrenatural, lo místico, las apetencias espirituales profundas, discurren muchas veces soterradas, cuando no muertas. Este es el error. No hemos de esperar que Cristo use el látigo, para reconvenir nuestras acciones, sino que a la luz de su Ser, su pasar y su Palabra, hemos de tratar de modificar todos los lastres que poseemos, hasta tornarnos seres de luz.
En estos tiempos es urgente proceder al arrepentimiento, porque la "torre de Siloé" puede caer sobre nuestras cabezas en verdad. Está escrito, y son cumplimientos que contemplaremos: SU LLEGADA, SU JUICIO, la ruina del templo y su ira.
Tratar de mirar para otro lado no sólo es un desacierto, cuanto una falacia. Aconsejo seguir la lectura de los arts. del blog: http://asuntosdejesucristo.blogspot.com

Nico dijo...

?y yo no le puedo pedir que sea el, con su Cuerpo, quien les eche?