martes, 22 de noviembre de 2011

El nick


   
La primera vez que me preguntaron por mi nick debí poner cara de idiota.
―¿Mi qué?
―Tu nick, tu nombre de internet. 
Gracias a Dios yo ya tenía uno, pero no sabía que se llamase así. Al parecer la palabra nick procede del inglés, como casi todo. Es el nikname, que equivale al “alias” castellano. La novedad consiste en que, hasta hace pocos años, esos apodos de batalla se adjudicaban a los delincuentes o a personajes famosos: a futbolistas, toreros, folclóricas y gente así. Ahora mismo, mientras escribo, he echado una ojeada en Google y me salen centenares de todos los países y culturas.
Otra característica de los viejos apodos es que, por regla general, uno no se los ponía a sí mismo. Eran sobrenombres recibidos, unas veces, como títulos nobiliarios de extracción popular ganados con esfuerzo y cantados por los juglares de la época; otras, como todo lo contrario. Hubo apodos que eran verdaderos insultos que parasitaban el nombre del titular como un baldón infamante para él y sus herederos. En España hemos sido muy aficionados a esos motes crueles, que perduran de generación en generación.
El nick es otra cosa. Es el alias con el que uno se lanza a navegar por los turbulentos mares de Internet. Nadie se sumerge en aguas tan peligrosas sin escafandra, y el nick es una forma de protegerse de los tiburones cibernéticos poniendo a salvo la propia intimidad.
Claro que también puede utilizarse para lograr objetivos menos confesables. Hay quien se fabrica un nick ―o dos, o tres― y, no contento con cambiar de nombre, falsea su edad, su sexo, su trabajo y todo lo demás. Se construye una segunda o una tercera vida virtual, a cual más mentirosa, y a jugar, que son dos días.
Sofía tiene dieciséis años y gasta cara de mosquita muerta, pero en la red ha adoptado el sobrenombre de “Paolo” y chatea desde las redes sociales con mogollón de amigas y amigos, que hasta ahora no sospechan nada. “Sofía-Paolo” asegura que es un chico de 1,90 de altura, tiene 19 años, juega a baloncesto y estudia empresariales. Como ella es muy imaginativa, se ha ido creando una familia con dos hermanas, unos padres separados y hasta un perro llamado Black.
―¿Y si te confundes…?
―Me pasó un día. ¡Qué horror! Casi me descubren.
Sofía lleva más de un año con su nick a cuestas y, como todo es un juego y se lo pasa guay, no está dispuesta a renunciar a su doble vida.
―Vale, el mes que viene lo dejo; pero tampoco es pecado, ¿verdad?
Aprovecho la ocasión para hablarle sobre algunas derivaciones del octavo mandamiento y la virtud de la sinceridad. Ella me asegura que es “supersincera”, pero que lo del nick y sus cuentas en las redes sociales es cosa aparte, porque no ella hace daño a nadie y todo el mundo sabe que en Internet nada es verdad. 
Al parecer su madre conoce la doble vida virtual de Sofía  y no le da importancia. Sólo le ha dicho que tenga cuidado, que no se comprometa con nadie ni vaya a citas con desconocidos, porque “podría caer en manos de una banda de mafiosos”.
―Tiene razón tu madre, Sofía; pero yo opino que no es ése el mayor peligro. Lo malo es que te acostumbres a vivir dentro de una mentira, en un mundo romántico ―o sucio― donde todo es falso. Es la mejor forma de que no madures jamás. Te instalarás en una adolescencia perpetua. Sí, debe de ser guay imaginarte que eres un chico y ver cómo las tías se enamoran de ti, pero ¿quieres ser una pava perenne o una mujer?
Sofía me interrumpe. Dice que, de acuerdo, que es verdad y, ante mi sorpresa, se le saltan dos lágrimas. Está tan identificada con su falso Paolo que no puede matarlo.
―Sería como suicidarme o matar a mi mascota…  Quítemelo usted, porfi. Le doy mi contraseña y me da de baja, ¿vale?
Entramos en su cuenta. Paolo tiene incluso un par de fotos, que a saber de dónde han salido.
―Ánimo, Sofía. Acaba con él.
―Te juro que no puedo. Hazlo tú.
―Click.
Soy un asesino. Paolo ha muerto.
 
 
 

15 comentarios:

Clo dijo...

Qué peligroso es el doble juego de internet. Tiene usted razón al decirle que 'se instalará en una adolescencia perpetua', irremediablemente me ha recordado a alguien cercano que lleva ya demasiados años con un problema como ese.

Relicary dijo...

Uf, me ha sorprendido como lo del 'nick' se ha transformado en la historia de segundas vidas.

Yo uso el mío referenciando a una novela que me entretuvo bastante y en círculo más serios me conocen como "Tremal Naik", en honor a mi primer héroe de infancia cuyos libros, desgraciadamente, ya no se publican.

Lo de la doble vida es otro cantar. Requiere un tiempo, una planificación, y si cuesta vivir una sola, no quiero imaginarme eso de vivir dos. Las mentiras son fáciles de construir, pero mantenerlas es harina de otro costal, es un muro ser apuntalada continuamente. Y la coherencia cuesta de mantener.

En fin, no conozco ningún caso de primera mano, pero el asunto no me es ajeno. Un saludo.

Adaldrida dijo...

Toma ya. Me ha impresionado.

Papathoma dijo...

No os había contado nada hasta ahora, pero hoy os pido una oración por mi primo Pablo -32 años- que acaba de perder la batalla contra el cáncer que emprendió hace dos años. Espero que haya ganado la otra, la más importante.

Nunca usó nick, pero tampoco ponía su foto; normal, hubiera roto corazones y no era lo que él buscaba. Buen profesional, trabajador, con un gran sentido del humor y sobre todo, muy amigo de sus muchos amigos. Él decía no creer, pero siempre estaba buscando.

Anónimo dijo...

Papathoma: echaremos unos rezos. Y acuérdate de aquello de los dos hijos, el que decía "ya voy", pero no iba, y el que decía "no quiero", pero hacía lo que el padre le pedía. Para mí que la parábola iba por gente como tu primo y un par más que yo me sé...

Clara dijo...

Vigile que no vuelva a darse de alta. Hay un plazo, creo de un mes, en el que puedes "revivir" la cuenta. Si le ha costado tanto borrarlo, quizá tenga tentaciones de hacerlo.

Clara dijo...

También yo echaré unos rezos, Papathoma.

Miriam dijo...

Cuenta tb con mis rezos (incluido Acordaos)por Pablo
Un fuerte abrazo

Vila dijo...

Papathoma cuenta con ello.

Un abrazo muy fuerte

Anónimo dijo...

¡ Qué casualidad ! se llama Paolo, espero que no tenga nada que ver con el Paolo del que nos habló en octubre y que se encontró con él en la calle Lagasca...

Mercedes dijo...

Papathoma, la Misa de hoy la ofreceré por tu primo. Y si buscaba, seguro que ya ha encontrado. Buscad y encontraréis. Un beso

Relicary dijo...

Papathoma, a las intenciones de todos me apunto yo también.

Almudena dijo...

Resulta siempre tan difícil quedarse con la verdad desnuda... es como cuando vas a confesarte y sueltas todos los disfraces. No es nada fácil. Pero es verdad que te libera.
Una oración por Pablo y su familia, Papathoma.

Papathoma dijo...

Gracias a todos.
Le he pedido un pequeño favor a Pablo.

Nico dijo...

¡Pobre Sofía! indefensa ante los tiburones cibernéticos...
¿Y a que tampoco se llama Sofía?