viernes, 18 de noviembre de 2011

Respuestas


Las respuestas siempre son más largas y complicadas que las preguntas. Además no me siento con fuerzas ni talento para agotar el tema en unas pocas líneas. Me limitaré, por tanto, a señalar la pista que nos conducirá por el camino justo.
 
En efecto, si sólo fuésemos creaturas ─seres creados por Dios─ no podríamos amarle con todo el corazón, como ordena el primer mandamiento. Y, en rigor, tampoco podríamos ofenderle: La distancia entre el Creador y la creatura es infinita. Y no ofende quien quiere, sino quien puede.
 
Pero, como escribió Pascal, “el hombre supera infinitamente al hombre”. Puede amar y puede ofender porque está llamado a ser hijo de Dios, a endiosarse por la gracia en el bautismo y la Confirmación, a alimentarse con el Cuerpo de Cristo en la Eucaristía.
 
Si fuésemos capaces de entender lo que significa esa filiación, nos estremeceríamos; conservaríamos la Gracia santificante, que nos diviniza, como el único tesoro por el que vale la pena entregar la vida. El universo entero es una mota de polvo en comparación con ese regalo que nos eleva a la altura del mismo Dios.
 
Y, sí: Dios se conmueve con nuestro amor y sufre con nuestras ofensas.
 
Alguien escribió que el hombre es “todopoderoso para el mal”. Lo es, sin duda, porque también es omnipotente para el bien.

6 comentarios:

Antuán dijo...

¿El hombre es omnipotente para el bien? Sera porque toma prestada y se apoya en la Omnipotecia de Dios sino ¿de que? De santo Tomas de Aquino tome prestado un libro que estaba en desuso y lo hice mio, no lo lei entero, soy asi con los libros hoy en el viaje de vueltalei algo de otro -poco- en aquel decia: "Dios se encuentra como ensu casa en los salones de nuestro entendimiento, no es un extraño" ni mucho menos. otra cosa es que respete nuestra libertad y deje que cada uno gobierne su propia nave. Que os aproveche. Yo ya me comi el bocata de chori en el tren. Adiosle

Anónimo dijo...

Antuán,me ha encantado la frase de Sto Tomás.Supongo que hay salones de todo tipo: limpios y ordenados, sucios, sin muebles, desordenados,acogedores...Esto me sirve para pensar que todos los días he de esforzarme porque el mío mejore limpiándolo de alguna idea falsa, poniéndole nuevos muebles que lo embellezcan, ordenandolo...
Lucía

Miriam dijo...

"Si fuésemos capaces de entender lo que significa esa filiación, nos estremeceríamos; conservaríamos la Gracia santificante, que nos diviniza, como el único tesoro por el que vale la pena entregar la vida."

Que fuerte¡ Espero que, aunque no me entere, aunque no lo entienda, nunca llegue a perder irremediablemente ese tesoro.

Feliz sábado

DAVID DIAZ CRIADO dijo...

Pues a mi me parece que en lo unico que somos omnipotentes es en nuestra ignorancia...vaya...pfff.

Anónimo dijo...

¿La Gracia Santificante? ¿Dónde habló Cristo de la Gracia Santificante? ¿La Iglesia puede acaso decir cuándo se pierde y cuándo se gana? ¿No es más correcto decir que todo depende de la actitud, de si dimos de comer al hambriento, beber al sediento, vestir al desnudo, visitar al enfermo, y ayudar al necesitado? “Por sus frutos los conoceréis” ¿Acaso no puede cumplir todo esto alguien que según la Iglesia ha perdido la Gracia, y puede incumplirlo alguien que esté en Gracia?

Enrique Monasterio dijo...

Es un poco elemental tu reflexión, anónimo. Todo eso es posible precisamente por la Gracia. Y Jesús habló de ella muchas veces. Lee el Evangelio de San Juan: Nicodemo, la Samaritana, etc.
Sí, es una verdad de fe que es necesario nacer de nuevo por la gracia.