miércoles, 2 de noviembre de 2011

En campaña (I)


Sin ánimo de entrar en discusiones partidarias, el ilustre filólogo Heinz Kloster afirma que el grado de sinceridad de un candidato es inversamente proporcional al número de palabras agudas que convierta en esdrújulas para inflar sus mítines:
Résponsabilidad, bernabilidad, nstitucionalidad, nceridad, sfachatez…
Jamás votaré a un candidato que no sepa poner el acento en la última sílaba de las palabras agudas.

9 comentarios:

yomisma dijo...

Yo tampoco. Habrase visto...

Papathoma dijo...

Ahí me ha dao...
Snoopy:¡¡¡mi personaje favorito cuando era pequeña (y no tan pequeña)!!!
Lo peor es que la imagen de Snoopy me mueve más a imitarle que la palabrería de los candidatos: si mi voto dependiera de la campaña que hacen...definitivamente me iba a dormir y a olvidarmede todo.

Mercedes dijo...

Ni yo. Ni tampoco a los que no saben hablar seguido y se van parando cada tres o cuatro palabras.
La verdad es que tal como está el panorama no sé a quién votar. Se admiten sugerencias.

Relicary dijo...

Creo que alguna vez he escuchado ese tipo de discursos teatralizados, como pensando que el verso o la enfatización dependen de que empiecen con una sílaba altamente sonora.

Es decir, no es un acento esdrújulo, sino un grito para tratar de despertar a los oyentes que se quedan dormidos de escuchar siempre las mismas cosas.

Altea dijo...

Pues es verdad. No me había fijado, pero lo hacen.

Cordelia dijo...

Mercedes, si encuentras alguien, cuéntamelo, porque yo estoy en la misma.
Y en cuanto a la capacidad verbal de los políticos, casi todos hablan igual. Deben haber hecho todos el cursillo de "Camelar al votante CCC"

Heteroayuda dijo...

Es decir: «Es importante que la política monetaria consuma todos los márgenes». Aunque no incurrimos, en su momento en "anticipaciones preventivas", y por no haber suficientes "brotes verdes", se mantuvo la "contracción económica". Por eso hay que restringir gastos y ser austeros pero tampoco tanto, debido a la volatilidad del mercado que obedece al derroche en activos tóxicos por operaciones de riesgo para no se qué prima. La pobre prima, está en riesgo por compararse todo el rato con Alemania (Un tema de vanidad: fijo). En fin, nada puede pagar esta sabiduría económico-científico-política. (Nótese la ironía)

Macarena dijo...

Jajajajaja!! Es verdad. Deben creer que al poner más énfasis en la primera sílaba ganan en "crédibilidad". ¡Y qué pereza la campaña electoral! Que intenten convencernos (los unos y los otros) no de lo buenos que son ellos, sino de lo malo-malísimos que son los otros...

Teresa dijo...

Hasta ahora, esta entrada es la mejor de la serie. ¡Cómo se nota lo observador que es Kloster!